domingo, 25 de marzo de 2007

Oliva. Tejidos, memoria e identidad

OLIVA
TEJIDOS, MEMORIA E IDENTIDAD


El pasado viernes, Oliva imprimió otra huella en su historia. Lo hizo una vez más, con la presentación en público de un libro de historias colectivas que van reafirmando la identidad de este pueblo, hoy pujante ciudad.
Ese volumen integra la segunda convocatoria que el Ministerio de Gobierno iniciara allá en el 2005, con la publicación de 91 títulos de las diferentes localidades que se encuentran desperdigadas por todo el territorio cordobés y que integraban una colección titulada “Historias Populares Cordobesas”.
En esta segunda edición, el Gobierno de Córdoba convocó a nuevas 75 localidades para seguir apostando a reconstruir el rompecabezas de la historia de nuestros pueblos, tal como si fuesen (y lo son) piezas de un rompecabezas aún mayor.
El acto de presentación se realizó en el Auditorio de esa ciudad en el que estuvieron presentes las autoridades municipales, escritores destacados, alumnos, docentes y público en general. Una jornada en la que se leyeron palabras alusivas se entregaron distinciones a las personas que trabajaron en el proyecto, momento donde no faltó la música y hasta la proyección de un video con múltiples imágenes de los protagonistas y lugares de Oliva que desataron el aplauso de los presentes.

EL LIBRO
OLIVA, EL HILO DE LA MEMORIA es el texto donde convergen las historias más disímiles de los pobladores de esa ciudad. Como lo aclaran sus autores en la introducción, no es el libro de la Historia de ese pueblo, porque ese libro ya existe. HISTORIA DE OLIVA es el libro póstumo de Edgardo Mosca el cual fue editado en 2004 y en el que diéramos testimonio de ello en la edición Nº 29 de EL DIARIO Cultura, del 14 de noviembre de 2004.
En otra senda, el volumen que hoy tenemos en nuestras manos y del que queremos dar cuenta mínimamente hoy, se ocupa de “aquellas historias, a veces poco valoradas, que pasan de generación en generación, que se transmiten de boca en boca, de padres a hijos, de abuelos a nietos, de vecino a vecino. Son esas historias que tejen la urdimbre de la vida cotidiana y social.” Quizás los autores no se equivoquen al decir que las mismas son poco valoradas; pero que no cabe duda de que son las más memorables, en el sentido de las más recordadas, las más populares y de las cuales al momento de reunirse con amigos, son las que primero afloran e inundan la vida de quienes las traen de nuevo al presente.
¿Quién de ese pueblo no recuerda la historia de “el negro, el campeón”? Ese toro que llegó a pesar 1.500 kg y que llenó de orgullo a sus habitantes cuando recibió los máximos galardones en las distintas exposiciones rurales. ¿Quién no recuerda a Eduardo Louzán repartiendo diarios con su carro azul? ¿Quién puede olvidar los “cuentos” a los que Don Pepe Haedo tenía acostumbrado a los parroquianos? De esta manera podemos seguir enumerando casos que dispararán la memoria de los olivenses por el tiempo, hasta reencontrarse en estos hechos pretéritos.
Pero para aquellos que necesiten de un envión más sugestivo, ilustran este libro de 123 páginas, una galería de imágenes para el deleite de nuestra retina; algunas de esas fotografías de la época ilustran la presente nota.

MEMORIA EN EXPANSIÓN
El escritor mexicano José Emilio Pacheco dijo alguna vez que “los libros no se terminan sino que se dejan”; en este sentido EL HILO DE LA MEMORIA no es una obra acabada, ya que aún queda mucho hilo para desovillar, para seguir tejiendo la historia de un pueblo que quiere afianzar su identidad, que quiere perpetuarse en la memoria de sus habitantes y en la memoria colectiva de una provincia tan importante para nuestro país.
La propuesta de un segundo volumen ya está esgrimida en la Introducción de este memorable libro para Oliva; dependerá de sus habitantes (portadores activos de esas historias y anécdotas) refrescar y actualizar la memoria para seguir entramando el futuro de este vecino pueblo.
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 25 de marzo de 2007.-