domingo, 25 de abril de 2010

Stella Maris Cabrera. Su oficio de mujer

ENTREVISTA A:
STELLA MARIS CABRERA
SU OFICIO DE MUJER



Dice haber sido tocada por la varita mágica, y yo le creo.
Eso me responde, cuando le consulto de dónde saca tanta energía. Pareciera verle el aura que la rodea, esa que se activa desde que abre los ojos hasta que los cierra. Pone el mismo empeño y fuerza en cada una de las actividades que realiza, tanto para su tarea de locutora (que cumplirá 37 años junto a la radio que la alberga), como para el dictado de los talleres de locución, para su casa y todos los demás proyectos que emprende.
Stella Maris Cabrera ha trabajado en agencias de publicidad, en distintos certámenes como Miss Córdoba y Miss Sierras de Córdoba, animó festivales como el dedicado al cine en Mina Clavero, realizó presentaciones de artistas en distintos lugares, hizo festivales folklóricos, trabajó en radio, en prensa gráfica y en TV.
Cuando el 2009 despedía sus últimos días Stella presentó en sociedad el trabajo bibliográfico documental “Diccionario Nosotras”. Un compendio de biografías de 48 mujeres villamarienses que se destacaron a lo largo de la historia, en sus disímiles quehaceres. Ese es nuestro principal objetivo en este encuentro.
La paso a buscar por la radio. Culmina su programa y caminamos media cuadra sobre el bulevar España, para instalarnos en un nuevo café que tiene aroma a hogar. Rememoro. En esas paredes funcionó hace cerca de una década nuestra casa, EL DIARIO del Centro del País.
Nos sentamos en uno de los sillones, al costado de una cascada y sin más prolegómenos comenzamos la charla.



NOSOTRAS TV
En muchas oportunidades, cuando expresamos ciertas palabras, activamos una serie de relaciones mentales que van sugiriendo continuos vínculos impensados. Si alguien en la ciudad dice “Nosotras”, automáticamente, un reflejo involuntario nos lleva hasta el nombre de Stella Maris Cabrera.
Y es así, esta palabra que aglutina al género femenino se ha instalado en la memoria colectiva de los villamarienses que hemos visto, oído y disfrutado de un conjunto de expresiones multimediales relacionadas con la mujer.
Corría 1997. Villa María, pujante ciudad, contaba en aquel entonces con cierta programación local en la pantalla chica; sin embargo, los hermanos Lorenzo e Ignacio Toribio, productores de contenidos para Canal 2, reconocían ciertos baches en la programación de la señal y no dudaron en convocar a Stella. Ella decidió quedarse con un segmento dedicado a la mujer que dio en llamar “Nosotras”. Nunca había trabajado en televisión, pero su fuerza y capacidad hicieron frente a este nuevo desafío.
Se fue interiorizando y se interesó, nos cuenta, por la historia de las mujeres; pero no sólo las conocidas, sino también las anónimas, ya que gracias a todas se va construyendo la historia de una ciudad. Stella se repetía que sería muy bueno “rescatar a las mujeres, premiarlas por el quehacer e incentivarlas para que sigan haciendo cosas.”


PREMIOS, RADIO Y REVISTA
Al año siguiente, en su afán de crecimiento constante, crearía los premios “Nosotras”, los cuales se entregaron por casi diez años, con la distinción máxima de “mujer villamariense del año”. Algunas de las galardonadas fueron: “María de las Mercedes Zabala (Bambina) de la Medioteca, Jorgelina Capra de Olmedo que estuvo al frente por años del Hogar-Escuela San José de familia sustituta; Miryam Ponce de Destéfano organizando el comedor “Soldaditos de Jesús”; las hermanas Crespo, que fueron campeonas olímpicas, abanderadas, medalla a mejor compañera, excelentes hijas, un ejemplo para la juventud; Nora Bedano, que generó críticas diversas, pero lo que estábamos premiando no era el accionar político, sino el hecho histórico, es la primera mujer que ocupa el sillón de Pedro Viñas, por el voto popular; la doctora Norma Bellodi, Magalí Romitelli y tantas otras.”
Después aparecería la versión radial y gráfica de este sello registrado, donde Stella siguió con esa hermosa tarea de rescatar a las mujeres de la ciudad. Nos dice en un pasaje de la entrevista, “Siempre traté de incentivarlas, no importa la condición ni la formación académica, porque pueden destacarse en su faz social, humana; todas de una forma u otra pueden colaborar, participando en comedores, en los barrios, en lo que fuere.” Se enorgullece de haber dado el espacio a todos, sin distinciones de ningún tipo.
Cuando dejó su programa de TV, donó unos 800 programas a la Medioteca Municipal, que esperan ser ubicados en la videoteca respectiva, ese es otro de los aportes generosos de Stella, ya que en ese programa aparecieron personas y personajes claves de la historia de la ciudad. Para ese momento, una idea le rondaba en su cabeza, sentía la necesidad, el cosquilleo de plasmar en otro documento esas vidas; pero no para contar la historia, sino a manera de diccionario biográfico con las particularidades de cada mujer.


EL LIBRO
Así fue. El diccionario de mujeres villamarienses le tomó tres años y medio de trabajo, junto a sus colaboradores, sorteando escollos de todos los tipos.
Recuerda muchas dificultades para dar con los datos de las mujeres, en algunos casos los familiares mostraban total disposición aportando datos y fotos, pero en otros, los mismos familiares desconocían fechas de defunción o se topaban con el total desinterés de la familia. Un caso puntual es el de doña Braulia Vijande, que Stella y su grupo de trabajo buscaron por todos los medios, encontrar la fecha de defunción de la misma y no fue posible: registro civil, cementerios, familiares… no hubo manera de localizar ese dato y quedó entre los pendientes de Stella.
“Diccionario Nosotras” posee un lenguaje ameno, agradable a los sentidos, en sus párrafos se puede leer un lenguaje casi coloquial, como si Stella viniese a nuestras casas y, mientras el mate va y viene, ella nos cuenta la vida y obra de éstas mujeres que conforman el orgullo de nuestro pueblo.
La autora, conocedora de todos los rincones de la Villa, se muestra abierta y de carácter amplio; dice no tener problemas en compartir un café tanto con el lustrabotas como con el gobernador. Esta apertura seguramente le ha ayudado a nutrir su investigación y si bien conoce en detalle la historia de cada una de las mujeres que se inmortalizaron en las páginas, debió resumirlas, para amenizar las lecturas.
Otro de los puntos interesantes que este libro aporta, es la luz para clarificar ciertos hechos de nuestra historia que ya estaban “aceptados”. Dice la comunicadora, “este libro hecha por tierra muchas ‘fábulas’ de la gente”, Braulia Vijante no fue quien creó el Hogar de Ancianos como se cree, sino que ella lo traslada a donde está ahora; otro caso es el de Maruja (María de la Paz Pereyra y Villasuso) que, a contramano de lo que dicen algunos documentos publicados que aseguran la donación de su hermosa casa de Villa Nueva, la realidad es otra, ya que la vendió.


EL SABOR DE LO LOCAL
Nuestra entrevistada dice que proyectos como este, sólo pueden hacerse y disfrutarse si uno ama a la ciudad, porque de lo contrario, te resbala. Emprendimientos de este tipo “te hacen investigar e investigar, porque una cosa te lleva a la otra. Hemos ido a la fuente, todo fue complejo y costoso, porque muchos datos e imágenes debieron conseguirse fuera de la ciudad.”
A pesar de ello, en un principio tenía más de 60 asientos para este diccionario, pero en algunos casos, encontró escasos datos relevantes.
Nos cuenta Stella Maris, que Villa María se creó como un asentamiento mientras se construían las vías del tren, que comunicarían Buenos Aires con Córdoba. Por ese motivo “la hija del riel” fue albergando en sus tierras a personas que tuvieron grandes desempeños para el crecimiento de la ciudad y para el caso de las mujeres, este documento editado por ella y solventado por la perfumería Mistral será otro imprescindible eslabón. Cada vez que se necesite consultar sobre el accionar del género femenino en la sociedad, ahí estará este diccionario.
“Nosotras” se ha convertido en uno de los pocos, sino el único, de los programas multimedia que abarca la televisión, los premios, la radio, la revista y ahora el libro. Un esfuerzo que ha dado sus frutos en tantos años de trabajo o de “buceo” en nuestra historia.


NOSOTRAS, LAS CONTEMPORÁNEAS
Está en preparación otro nuevo tomo de “Nosotras”, en esta oportunidad quizás la tarea sea un poco más fácil, ya que se encargará de homenajear a las mujeres con vida. Alguna de ellas, ya tienen 40 años de trayectoria, otras son más jóvenes, pero han recibido tal reconocimiento nacional que amerita incluirlas.
Convivirán en tapas duras Olga Fernández Núñez, Andrea Arese, María Celia (Puqui) Charras, Susana Giraudo, Marta Montero, María Cristina Soave, María Gabriela Mujica, Helen Natali, Graciela Yessín, Norma Bellodi, Encarnación Sobrino, Margarita Sobrino de Soriano, Paulina Villagra y tantas más.
Stella sigue en la misma línea, resalta a todas las mujeres que por su esfuerzo merecen ser reconocidas; un libro popular, emotivo y necesario. Para más adelante tiene planeado un tercer tomo que incluiría las mujeres más jóvenes, también quiere mostrar a aquellas que han brillado en el exterior.


LA MUJER
Como se ve, el trabajo diario y fecundo de una mujer que reconoce a sus pares por sus logros.
Nos cuenta Stella que, cuando entrega sus premios, lleva un permanente control sobre las postulantes, para luego presentarles a los jurados todos esos elementos, con el fin de que la selección sea lo más seria y completa posible. “Yo me tomo las cosas muy en serio, es preferible hacer menos cosas, pero hacerlas bien; eso le digo siempre a mis alumnos, elijan un formato y háganlo bien hecho. La gente valora lo que se hace bien. ‘El que mucho abarca, poco aprieta’, esas son sabias palabras.”
Aprovechando ese dicho popular, le retrucamos con el que dice “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” y le consultamos que opina del mismo. Nos dice que es totalmente cierto, que “el hombre necesita apuntalarse en una buena mujer. Hay cosas que el hombre no repara (zapatos lustrados, sacos en condiciones…), las mujeres somos detallistas, porque tenemos la capacidad de hacer varias cosas a la vez. El hombre se proyecta en algo y lo hace bien, pero no le pidas desdoblarse porque no está preparado para eso; en cambio las mujeres desde que nacemos tenemos un montón de funciones (hacer la comida, limpiar… somos una gerenciadora de la casa) y tenemos que hacerlo todo bien, somos la primera que se levanta y la última que se acuesta.”


EL ROL DE COMUNICADOR
Stella es docente y locutora nacional, dueña de una voz inconfundible que muchos han escuchado desde chicos.
Quisimos saber si por su labor, el comunicador se encuentra en un lugar de privilegio. Se pone cómoda y me dice “hay dos grupos, uno son los que se creen semidioses y el otro, que lo considera un oficio, que no somos, ni más, ni menos que nadie. Siempre digo que los medios de comunicación crean falsos dioses, una especie de fetichismo. Advierto a los alumnos, que no se encandilen por las luces; porque no son reales. Yo siempre me consideré una laburante, ‘un amargo obrero’, como dice un compañero, una obrera de la profesión; nunca me mareé por estar con personas importantes, ni por los regalos que me han dado.”
Los que son soberbios, nunca van a crecer, nos dice; “la fama es puro cuento, no existe.” Seguidamente nos cuenta los pro de ser conocido, pero también la contra de llevar una conducta intachable; para decirlo con sus palabras: “tenés que autoexigirte, si te desviaste un poquito así, te ponen un sello que lo vas a llevar en el lomo toda tu vida; porque nosotros no tenemos margen a los errores.”
Por otra parte, le hubiese gustado haber sido “más académica”, haber nacido en una época más actual, ya que no pudo estudiar medicina en Córdoba como quería. Eran otras épocas, recuerda cuando estaba cursando el quinto año de la secundaria y su padre se quedó sin trabajo, intentando obligarla a dejar sus estudios. Emocionada (se le nota por primera vez en la voz), nos cuenta que su madre le aseguró: “no hija, vas a terminar, es necesario que termines.”
Y fue así, con esa fuerza que caracterizó a su madre y que le circula por las venas a Stella, que se superó y trabajó vendiendo medias, libros y demás, golpeando las puertas de cada casa. Con ese empuje estudió toda su vida, cursó un año de historia y geografía, hizo enseñanza primaria, podología, depiladora, maquilladora, experta en gimnasia yoga y modeladora, protocolo, oratoria, control mental, reiki, gestión gerencial, es profesora superior de folclore… Tantas actividades hizo que no le es posible entender, como algunas mujeres no saben qué hacer para conseguir su sustento. “La mente mientras más le exigís, más te da”, asegura.


LA VÁRITA MÁGICA
Stella Maris Cabrera se considera una afortunada de la memoria, una mujer que le exige a su mente cada día más. Tiene la enorme capacidad de manejar grupos de trabajo, con su carácter imperativo y superador, cuidando cada detalle en las cosas que hace. “Me tocó estar en lugares estratégicos, que si no fuera como soy, me hubiesen pisoteado. Tuve que hacerme el carácter para abrirme paso en la selva humana, no estoy arrepentida, soy transparente como el agua, cuando algo no me gusta, voy a venir y te lo digo.”
No sólo la transparencia la define, sino también la humildad, la sapiencia de saber en qué lugar está y la generosidad de advertirle al otro, que viene más atrás, que el camino no es el de la luz, sino el del esfuerzo.

Seguramente la dama tocada por la varita mágica no figurará en los libros fantásticos, de esos de cuentos con hadas y duendes. Pero quizás, el paso del tiempo la recuerde, en algún tomo futuro de este diccionario, en el que hoy inmortaliza y recuerda a grandes mujeres de la ciudad.





(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 25 de abril de 2010.-
(*) Las imágenes que ilustran la presente corresponden a algunas de las mujeres que Stella Maris relevó en el primer tomo de su diccionario.

lunes, 12 de abril de 2010

Santiago Gallardo. Con tinta de artista

ENTREVISTA A:
SANTIAGO GALLARDO
CON TINTA DE ARTISTA




Es imposible ingresar sin ver los dragones.
Se mueven en diversas direcciones, extendiendo sus largos cuerpos sin alas por las paredes pintadas de cielo. Imaginamos que están allí, no sólo para ser disfrutados estéticamente, sino que custodian el lugar y auguran la buena suerte y el renovado trabajo.
Estamos en calle Tucumán, frente a un gran supermercado de esos a los que ya estamos acostumbrados en esta ciudad. Levantamos el pie y ya en el interior del local vemos antiguos sillones para los clientes y una mesita ratona con una parva de revistas y fotocopias desordenadas. Él hace tatuajes, y si bien dibuja cada uno de los motivos, no encontraríamos ninguno de sus diseños en esos catálogos.
Su nombre es Santiago Gallardo y junto a un amigo de la vida, Marcelo Finot, abrieron un local de tatuajes y piercings. Desde hace unos siete años, estos jóvenes de la ciudad se ganan el pan estampando en el tejido vivo de sus clientes, los motivos más diversos. No ha sido fácil, un trabajo como éste genera ingresos variables e imprecisos. Cuando comenzaron los primeros inviernos fueron terribles, porque la mayoría no se tatúa en esa estación. Tuvieron que hacer un poco de “educación para convencer” y ahora, muchos años después, se puede decir que la gente se está acostumbrando.
Pero no estamos aquí sólo por sus tatuajes, venimos por otra de las pasiones de este joven villamariense: el dibujo.



Espectaculares. De esa manera definiríamos el trabajo de Santiago.
Gire la página lector y piense con qué palabra aglutinaría usted estos dibujos.
Nunca vimos algo parecido, menos aún en esta ciudad. Horas y horas se inmortalizan en cada dibujo que él ha hecho.
Tómese el tiempo de observar mínimamente cada una de las imágenes. ¿Son bellas, no es verdad?
Si le dijésemos que esas preciosuras tan sólo están hechas con dos materiales, muchos lo pensarían dos veces. Es así, los trabajos de Santiago simplemente son realizados con papel y una simple lapicera negra.
Los personajes y las cosas que conviven en la hoja blanca, comparten reminiscencias en un cierto clima de lembranças pessoanas. Una atmósfera con olor a viejo, donde las doncellas se mezclan con máquinas de raro diseño, donde la música fluye por victrolas y las imágenes se registran con extintas cámaras cinematográficas. Todo allí tiene sabor a retro: las vestimentas, las fisionomías de las mujeres y los hombres, las máquinas, las instalaciones, los peinados y tantos otros aspectos. Santiago Gallardo lee mucho y sus lecturas de la literatura clásica y el gusto por los movimientos artísticos como el Barroco y el Renacimiento, son fuente inspiradora para sus creaciones.


TRAZOS PRIMIGENIOS
Siempre dibujó. Desde que era niño se pasaba horas y horas traduciendo al papel lo que veía e imaginaba. Aún así, nos cuenta haber tomado algunas clases y haber aprendido mucho con la profesora Ilda Mistraletti de Mignola.
“Siempre manoteé la birome y si vos te ponés a mirar, es lo que más a mano tenés en una casa.” Recuerda haber ido al colegio y dedicar su tiempo dibujando en los márgenes de las hojas; “obviamente que la secundaria no la aprobé, pero mejoré mucho con la birome” (risas).
De grande, dibujando como ahora, intentaría cursar algunas materias en la Escuela de Bellas Artes, pero debido a la imposibilidad de hacer sólo las que le interesaban, decidió inscribirse en la carrera. No le sirvió de mucho, porque el cursado de todas las materias del plan de estudios, dificultaban cumplir sus expectativas de cubrir ciertas carencias con el color y aproximarse al grabado.
Podríamos decir que durante casi las primeras dos décadas de su vida no intentó lo que podría llamarse una obra; siempre garabateaba cosas que después se perdían o regalaba. A partir de esa edad se dedicó a componer, pero debió abandonar cuando las exigencias familiares concentraron su tiempo.
Pareciera ser que los fantasmas del hombre son los motores de los grandes artistas. Cada obra le tomaba alrededor de dos semanas trabajadas a full; era una especie de catarsis que el tenía y dibujaba mucho. La mamá de Santiago falleció cuando él tenía 18 y su padre, mucho mayor que ella, fue privado de su visión. Santiago acompañó a su padre y comenzó a quedarse casi todo el día entre las paredes de su casa. Allí, la disposición del tiempo, su estado anímico y demás factores lo impulsaron a dibujar y dibujar.


LAS MUESTRAS
A pesar de su calidad de trabajo, Santiago Gallardo ha hecho pocas exposiciones. Las recuerda perfectamente, una en el hall de nuestro diario, otra en la galería de arte “Los cuatro gatos” y la tercera en la Casa de la Cultura de Villa Nueva.
Esta realidad tiene su razón de ser, nuestro entrevistado es de perfil bajo, con esa humildad que caracteriza a los grandes reconoce que ha expuesto por la gran insistencia de su señora, sus amigos y aquella gente que por azar daba con su trabajo.
Además de ello, no le interesa mucho mostrar sus producciones, ya que si lo hiciera se metería en un circuito de continua exigencia en el que cree no poder moverse. Dice mirándonos a los ojos “si vos te dedicás profesionalmente a algo tenés que estar trabajando y produciendo constantemente; el arte es todo un trabajo, no es estar al vicio y ponerte a dibujar. Le ponés las pilas a todo esto, o no lo hacés... la luchás, la renegás y la pegás o te morís de hambre.”
Muchos de los que hemos conocido a Santiago, le hemos planteado una batería de interrogantes de los que está cansado de escuchar: ¿Por qué no te vas a otro lado donde valoren mejor tu trabajo? ¿Por qué no hacés más muestras? ¿Por qué no vendés tu trabajo? Y el responde de una manera sencilla: “¿Por qué? La verdad es que no sé porqué. Yo estoy cómodo acá, lo que hice no lo hice con fin de lucro, no porque no quiera, sino porque mi intención no es ser un artista plástico reconocido y vender los cuadros; si se da, fantástico, pero no es mi intención. Ahora estoy relacionado con el arte desde otro lado, todo el día dibujo y todo el día tatúo. Nunca pierdo las ganas de volver y ponerme a dibujar, pero no con un pensamiento a futuro, sino como un gusto; pasa que la gente ve algo que no es común, que un tipo se destaca un poco y ya le dicen que debería aprovechar eso para ganar. Cuando alguien juega bien al fútbol, pasa de jugarlo por diversión a ver cuánta plata puede hacer. Pareciera que no se pudiera hacer las cosas, sin la necesidad de que esté la plata de por medio.”
Con un futuro prometedor, con un talento que ya le podría haber dado sus frutos, Santiago es fiel a su filosofía de vida, la de ser simple y honesto: “yo tengo la idea de que si las cosas se dan, se van a dar naturalmente, obviamente que si le metés un poco de ganas y palanca, a lo mejor se da más rápido. Si tiene que pasar, en algún momento pasará. Yo no pensé nunca que iba a tatuar y hace varios años que estoy viviendo de esto.”


LA MÚSICA Y LA PACIENCIA
Una de las cualidades de Santiago es la paciencia. Es un joven que sabe dominar el tiempo y que con tranquilidad y concentración logra resolver satisfactoriamente sus desafíos.
Además de los dibujos, también ha armado maquetas de barcos, aviones y trenes, y siempre como complemento a sus actividades está la música. El rock, el jazz, el tango… le gusta tanto un Nirvana como un Atahualpa Yupanqui. La vive y la siente en el alma, tal es así, que escucha música cuando hace algo, pero también cuando no. Nos dice “mucha gente dice que escucha música cuando hace algo y no se sientan solamente a escuchar música.”


EL TESORO
Le pedimos que nos muestre alguno de sus trabajos y sin vacilar se para y mete su mano debajo del mostrador. Saca unos cuantos rollos que empieza a desplegar. Toda esa magnificencia al alcance de nuestros ojos. Un verdadero tesoro plasmado en papeles de diversos tamaños.
Mientras observamos uno a uno, nos cuenta que antes de regalarlos o venderlos a bajo precio, prefiere dejárselo a su hijo Julián y a su hermana/o que está a punto de nacer.
No puede ocultar su emoción, cada vez que vuelve a ver sus dibujos, algo le circula por las venas, se le encienden las ganas de volver a hacer cosas así, sólo que más grandes y a colores, agrega. Dice tener trabajos más grandes que se encuentran en un local comercial frente al Cristo Redentor.
Consultado por la manera de trabajar nos cuenta que en la mayoría de los casos dibuja directamente con la birome, muy pocas veces tira algunas líneas con lápiz; de todas maneras si comete algún error, la experiencia ya le permite corregirlo en el momento mismo de la gestación.
“Reniego durante todo el proceso, pero tengo una satisfacción enorme cuando lo termino. Me fumo un pucho y los miro. Con el tiempo le encuentro detalles, como todo, uno no está satisfecho de lo que hace.”
Estas obras son resultante de muchas horas de esfuerzo, recuerda levantarse temprano y comenzar a trabajar hasta la madrugada, sólo deteniéndose para las comidas.


EL TATUAJE
Tiene 34 años y hace 10 que se dedica al tatuaje. Marcelo, su compañero, le fue enseñando las técnicas y con mucha práctica fue dominando este arte.
Su primer tatuaje quedó estampado en la cáscara de un melón, le seguirían después dos dibujos más en su propia piel, en la de algunos amigos, como así también un gran dragón en la espalda de Marcelo.
Dice que no le fue tan complicado debido a su facilidad o su práctica con el dibujo. Al respecto nos confiesa: “Yo trato de hacer siempre los diseños, por más chiquitos que sean; si me dicen ‘quiero tal cosa’, yo se las dibujo y por lo general les gusta. Obviamente que al principio agarraba las revistas, después con el paso del tiempo me fui despegando; salvo que el tipo traiga alguna cosa, pero así también alguna modificación le hago.” De esa manera, Santiago se asegura que su cliente tenga un dibujo exclusivo y único; ya que cuando se elijen motivos de revistas, por alguna razón que no puede dilucidar, la gente opta por los mismos dibujos.
Luego de realizar los diseños a pedidos y de tatuarlos, Santiago tiene una práctica rara, los rompe para que no queden huellas del mismo. De esa manera intenta no copiarse, una especie de desafío superador; sólo en los casos de que el cliente lo quiera, se lo puede llevar, pero esto casi nunca sucede, ya que se van con el motivo adherido para siempre.


Así es Santiago Gallardo, un gran artista, de esos que se muestran como son, tan honestos y simples, como los trazos de una birome.
(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 11 de abril de 2010.-

domingo, 4 de abril de 2010

Daniel "Chuña" Bacci. Editor de la revista cultural "Nativa"

ENTREVISTA A:
DANIEL “CHUÑA” BACCI
EDITOR DE LA REVISTA CULTURAL “NATIVA”

Si esta entrevista hubiese sido mi primer acercamiento a Daniel, diría que es un exagerado. Un tipo que sobreactúa y que empeña sus energías para mostrarse efusivo, imponente y elocuente. Pero él es así, siempre lo fue. Con sus 40 años recién cumplidos es una usina energética en pleno funcionamiento, un trabajador cultural que la lucha día tras día para poder hacer de su trabajo su profesión.
No es fácil querer vivir de un producto cultural en una ciudad tan compleja como Villa María. Pero él sigue firme, hace cinco años que su revista “Nativa” sigue apareciendo y cada número es un logro, y cada número un escalón más que sube en la tarea de jerarquizar el trabajo cultural que viene llevando con una treintena de colaboradores.
El crecimiento está a la vista, una revista que rasguña los 3000 ejemplares, que nació en la ciudad pero que se distribuye regionalmente, una publicación de excelente calidad de papel y con notas que tocan los personajes y las temáticas más diversas; desde las que están en boga, pasando por aquellas donde el fuego de la novedad se ha ido extinguiendo, hasta llegar a otras que nunca podrán tener un lugar, pero que existen y que es necesario dar cuenta. Eso es “Nativa”, o como lo define su director y editor, “es una revista que se hace eco de la cultura conocida y la subterránea.”


El día está más que agradable. El cielo está de un celeste tranquilo, sólo una avioneta se desplaza lentamente mientras anuncia algún mensaje comercial. Desde esas alturas, imagino, puede percibirse la forma de la ciudad, el serpenteo del río que nos une con Villa Nueva, la topografía de los techos y algunas verdes extensiones como el Parque Pereyra y Domínguez. A metros de este último, se emplaza una casita de pasillo largo y descubierto, que desemboca en un patio surcado por guías de alambres que exponen a su paso las hermosas hojas y los frutos del porongo.
Debajo de esas plantas, el mate circula casi ceremoniosamente. Le coloca el azúcar, un poquito de yerba y el agua caliente no se hace esperar. Me mira, estrecha su mano y dice: “yo siempre estuve en la organización de eventos, ya sea de manera independiente o en el Área de Cultura; más ad honorem que otra cosa, porque me han pagado con un taller de artes plásticas y con bendiciones culturales.”
Así recuerda Daniel una parte de su vida, como un trago del mate más amargo que haya tomado. Había trabajado dos años y medio para el Área de Cultura y lo recuerda hermosamente, porque le había dado protagonismo a gente que en ese momento no lo tenía. Estaba en su salsa, hasta que llegó la desilusión y debió retirarse. Aún así siguió vinculado a la cultura, tenía un programa de radio y muchas ideas en mente, pero debía trabajar limpiando tanques o pintando casas para seguir subsistiendo.


ESENCIA
Tenía ganas de hacer una revista del estilo de su programa radial contestatario y moderno; hasta que en 2005 apareció un amigo, Pablo Proserpio, quien compartía la idea de hacer una publicación, pero de folklore. Así nació Nativa, una “revista netamente folklórica, era en blanco y negro, en formato más chiquito, de hojas ‘bien comunazas’ y apuntaba a resaltar las costumbres tradicionalistas.” Proserpio lo acompañaría a Daniel hasta el quinto número, luego abandonaría por diversas razones. Sin embargo el “Chuña” no bajaría los brazos, se la cargó a su hombro dos números más, momento en que decidió hacer algunos cambios.
“Es muy buena la tradición y tiene cosas muy lindas, pero a través de ello nos han manipulado en los cortos 200 años que tenemos de independencia. Cuando me destape de eso, me dije que Nativa iba a seguir saliendo, pero con información, investigación…, no iba a limitarse solamente a lo tradicionalista.”
Así fue como esta revista está a punto de sacar, resultante de mucho trabajo y esfuerzo, su edición número 36. Muchas escollos debieron sortearse, pero Daniel no se arrepiente, ha visto como otras publicaciones, buenas y malas, han nacido y muerto, inclusive algunas malas pero con buena calidad de papel y auspiciantes. Reflexiona en voz alta, “no me sirve de nada hacer la mejor revista, si lo único que voy a hacer es mostrar son chicas lindas, bailando o tomando café; porque la realidad pasa por otro lado, por eso me resisto a hacer una revista fashion, quiero que lo que lean sea un puente que conecte con la realidad y a la vez que sirva.”


LOS OBREROS
Quienes trabajan en Nativa rondan las treinta personas, algunas fijas, otras que van rotando; todos ellos conforman lo que su editor considera un gran equipo. “Son la nueva generación de periodistas, que es eso lo que me motiva a mí, son chicos que tienen todas las ganas, que vienen de lugares chicos pero con todo el compromiso y la formación para encarar los desafíos del nuevo periodismo, que hace falta en este país y que no se nota porque es la generación que está tapada, que no cortan el bacalao y que no es tenida en cuenta por la gente que corta el bacalao.”
Daniel tiene una mirada crítica de sus colaboradores, muchos provenientes de otros pueblos, quienes le han hecho un bien a la ciudad. “Fijate (dice) que la gente que viene de afuera, es la que llega y reconoce lo de adentro, valora lo que tiene de bueno Villa María; porque esta ciudad tiene el peso o el veneno de ser una representación de la Argentina, en frivolidad, en consumo, en esnobismo; pero también tenemos la parte artística, teatral, literaria, radial… y que es muy bueno, pero que está tapado también. Lo que se ve de Villa María es la cáscara, pero si entramos, si rompemos la cáscara vamos a ver que hay buena yema.”


MONKY, EL EJEMPLO
Daniel Bacci siempre se inmiscuyo en los asuntos culturales de la ciudad, se acercó a personas que siempre buscaban en la utopía una realidad. Uno de ellos fue Daniel Tieffemberg, “Monky” como lo conocemos todos.
Recuerda nuestro interlocutor: “Siempre estuve al lado de gente que se metía en proyectos culturales; antes era pasión y a la vez como el ideal nomás, porque vivíamos proyectando y soñábamos para un evento que después de dos horas o tres se esfumaba. Tres meses luchando con la tarjeta, con la estética, con la difusión, con el enganche y a la vez preparar todo para que los chicos que actuaban se lucieran y es como medio ingrato, porque se consume y pasó; pero a veces la gente no entiende que atrás de todo eso hay un trabajo bárbaro. Para mí uno de los bastiones de la cultura es ‘Monky’ por la fuerza que tuvo; después hay un montón de gente que tiene esa fuerza, pero trabajan para ellos solos. En vez, ‘Monky’ laburaba por él, pero también para los otros, le ponía el cuerpo a los proyectos de los demás y en el camino iba pensando cosas para él. Esa es la generosidad de él, y esa es la bronca de que se muera tan joven un tipo; por eso detesto el pucho, porque se lleva gente con capacidad y gente libre de egoísmos. ‘Monky’ daba un aspecto de tipo duro, cerrado y terminó siendo un visionario, porque apostaba al negro que hacía pop, al que hacía un estilo que nada que ver con lo que él hacía... Es un tipo que estaba encima; cuando yo hacía ropa me cuestionaba, ‘¿te parece?’, me decía, ‘mirá esto acá’, ‘fijate allá’, ‘ésta es la idea’ y ‘ésta la otra’ y analizaba y desmenuzaba las cosas… tipos como este me daban fuerzas para seguir. Como siento que pasa con Iván (Wielikosielek) también, a través de cada nota que hace y con los demás chicos que trabajan para la revista…”


MOVIDA CULTURAL
Uno de las preguntas preparadas para el entrevistado de hoy, era saber que opina del movimiento cultural local. El entrevistado declara lamentosamente no poder aprovechar toda la variante artística que hay en la ciudad, y recalca la existencia de un nutrido campo artístico desarrollado luego de la aparición de la UNVM, institución que potencio o jerarquizó el mismo.
“A mí eso me entusiasma, Villa María, con toda su pinta de ciudad chata, que ahora no es más chata porque tiene edificios por doquier, es una ciudad que promete mucho a nivel cultural, que está en ebullición, que va a tener su destape y que en algún momento se va a dar el fermento justo para que salga a la luz. El sueño sería que esos artistas se explayaran acá y se lucieran, y no tener que consagrarse afuera, para venir a ser un grande acá dentro. Eso nos faltaría a los artistas, un poquito de humildad entre nosotros para ponernos metas y luchar todos juntos el proyecto de cada uno, pero apoyando al de los demás; y Nativa trata de ser eso en cierta forma, un contenedor de expectativas y multiplicador.”


MIRADAS E INTERPRETACIONES
Los lectores siempre tienen sus interpretaciones de las líneas que puede seguir una publicación, para el caso de Nativa, Bacci nos dice que su revista es de cultura y que si tiene algo de política es porque ella forma parte también de la cultura.
Ejemplifica después algunas de las miradas que han tenido los lectores. “Nos tildaron de zurdos porque había salido una nota de Evo Morales, otros nos dijeron que éramos ‘Costistas’ por la nota de las aguas contaminadas del río, también nos dijeron oficialistas porque defendimos la Ley de radiodifusión… Yo les digo, nuestra juventud va más allá de la izquierda y la derecha, para nosotros es nuevo todo eso, porque nos hicieron una generación apolítica, nos hicieron un vacío tan grande que no nos interesa la política, nos barrieron con todo.
Al impregnarme con la revista, como que empecé a leer más y me fui metiendo con la literatura, con la historia mundial, argentina y latinoamericana; entonces, como que ahí te empieza a entusiasmar la política, pero está tan lejos de la realidad. Creo que a través de la buena cultura, se puede hacer mucho por la política, sin caer en la política distorsionada. Lo que más contento me tiene la política, es la latinoamericana, que por primera vez Latinoamérica mira para adentro y esa es la esperanza, por eso yo muestro a un tipo sencillo y concreto como Evo Morales.”


VIVIR DE LA CULTURA
Pareciera algo imposible, pero Daniel Bacci “vive” de la cultura. Mantiene modestamente su familia, con el ingreso que le da su revista. Ha sido difícil y lo sigue siendo; confiesa más en serio que en broma el haberse vuelto vegetariano para seguir apostando a Nativa.
Es una publicación mensual, pero en varias oportunidades no puede respetarse ese plazo, ya que a veces, hay muchos factores que lo imposibilitan; uno de ellos, es el dinero de la impresión. Nativa no recibe ningún tipo de donación, ni apoyo de organismo alguno; su ingreso se basa principalmente en las propagandas y, en menor grado, las suscripciones.
Está agradecido de todos aquellos que auspician a Nativa y no se olvida de que por ellos es posible la aparición de un nuevo número. Por otra parte, resalta que muchas veces se le hace difícil conseguir el auspicio de grandes empresas de la ciudad, quienes delegan su publicidad a agencias o asesores y que estampan su nombre en revistas con títulos en inglés u otro tipo de publicaciones superfluas y momentáneas.
A pesar de ello, Bacci está contento, prefiere andar todo el día en la calle conversando con la gente, la que está a favor y otra que no comulga con la idea de la revista, antes de estar encerrado en alguna otra actividad.
Un dato no menor es que Nativa paga sus notas a los colaboradores, es una “cuestión simbólica”, porque quizás la nota vale el triple, pero es una manera de reconocer el tiempo, el estudio y un punto a favor en pos de la profesionalización de los escritores. “Lo único que les pido a los colaboradores de la revista, es que los textos lo bajen a idioma pueblo”, ¿cómo hacen eso? Hacer que entiendan mi vecino, mi papá y mi tío; tratar de que esté claro lo que queremos expresar, mejorar o cambiar, aceptando las limitaciones que tenemos.”


AL CALOR DEL HOGAR
En su casa, en el consultorio o la clínica, en alguna de las bibliotecas, en los cafés, mientras espera su turno en algún negocio o adquiriéndola en los quioscos de la ciudad, seguramente llegó a usted.
Nativa está por todas partes, está creciendo y va sumando destinos, ya no sólo es Villa María y Villa Nueva, sino también Ballesteros, Los Zorros, Hernando, parte de Río Tercero y el centro y microcentro de Córdoba Capital.
Ese es el orgullo de Daniel, que esta revista crezca y amplíe el “hogar de poetas, músicos, escritores y artistas que de otra forma no tendrían un canal de expresión.”
Está eufórico, pareciera absorber la juventud de sus colaboradores para arremeter cada nuevo número de su revista. Ese es Daniel Bacci, el “Chuña”, el ex “Pack Face”, el de las remeritas con las frases cortas, “el paisano contestatario”, el locutor… el director y editor de NATIVA.

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NATIVA
STAFF

Director / Editor
Daniel Bacci

Asesores Comerciales
Noelia Molina
Gustavo Moreno

Diseño / Programación
Rosana Gamba

Edición periodística / Correcciones
Daniel Castoldi

Redactores y Colaboradores
Alexis Sorda
Claudio Ceballos
Damián Frossasco
Daniel Castoldi
Fabián Clementi
Guillermo Bovo
Gustavo González
Hernán Trabazo
Iván Wielikosielek
Jorge Rossi
José L. Glanzmann
José Luis Menta
Josefina Blanco Pool
Juan Pablo Freddi
Luis Cechini
Manuel Pussetto / Snake
Ricardo Albaro
Santiago Gallardo
y otros

Fotografía
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0353 – 156562436
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(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 4 de abril de 2010.-