domingo, 18 de diciembre de 2011

Fernando Pérez. Nueva Gerencia Pública en Córdoba

entrevista
FERNANDO PÉREZ
Nueva Gerencia Pública en Córdoba


Los que lo conocemos a Fernando aún lo recordamos yendo y viniendo por los pasillos de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en la vieja sede de calle Mendoza 1360. Por aquella época estudiaba en la Licenciatura en Ciencias Políticas, pero se lo conocía por su participación con los alumnos. Fue Presidente del Centro de Estudiantes durante un importante período con su Agrupación Independiente, que estaba para tenderles una mano con las materias, con las fotobecas, con los trámites administrativos… con toda una serie de situaciones que eran nuevas para todos.
Una universidad comenzaba a desarrollarse y todos los que la habitaban crecían a la par de ella. El tiempo pasó y Fernando se recibió y fue la misma Casa de Altos Estudios que le brindó sus aulas para hacer las primeras armas en la docencia, como un necesario feedback entre la institución y quienes le daban vida a la misma. Era una manera de dar lugar a quienes se formaban académicamente y devolver, si se quiere, lo que la institución hace por cada uno de ellos.
Quienes conocemos a Fernando sabemos del compromiso con el que ha encarado sus estudios y sus iniciativas. Así fue como egresó de su carrera de grado, dio clases en un par de universidades e inició su Doctorado que acaba de culminar recientemente. Para ello realizó una tesis que tuvo como eje la Nueva Gerencia Pública en Córdoba y más precisamente el caso de la Agencia Córdoba Ciencia (ACC). Desde estas páginas nos contactamos con el flamante Doctor, para que nos hable de esta importante investigación sobre uno de los órganos fundamentales del gobierno de los últimos años y la implementación de lo privado en lo público.

                          
                                                                 
Por Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com


En su departamento de calle Estados Unidos nos recibe con algo fresco. Estamos sentados a la mesa enfrentados y veo detrás de él su computadora y un estante con libros acomodados en hileras dobles, para ocupar menos espacio. Algunos los tiene más a mano, como supongo los de Guillermo O’ Donnell, porque han sido su sustento teórico, porque ha sido su Director de tesis y porque recientemente ha fallecido y ha querido recordarlo leyendo alguna línea o las dedicatorias que le ha dejado.
Fernando Amadeo Pérez recibió su título de Doctor en Ciencias Políticas el pasado viernes de la mano del Rector de la UNVM, Martín Gill. Pero volvamos al principio, recorramos fugazmente y en sus palabras, los inicios de nuestro entrevistado de hoy.


-Fernando, ¿podrías hacernos un repaso de tu paso por la UNVM hasta llegar a tu reciente doctorado?
-Empecé en la UNVM en el año 1997, apenas la institución abrió sus puertas. Tuve la posibilidad de terminar la Licenciatura en Ciencias Políticas. Recuerdo que empezamos muchos y terminamos poca gente. Al ser uno de los primeros egresados, la UNVM me invita a hacer los primeros pasos en la docencia allá por el 2002. Ya en 2003 estaba siendo Auxiliar Docente; si bien antes había estado como Ayudante Alumno participando de una cátedra. Allí comencé a trabajar temas de gestión pública y dos años después inicié el Doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Córdoba y tuve la suerte de terminarlo. Fue grato cursarlo pero fue muy arduo escribir la tesis, uno se siente muy solo, eso me marcó para toda la vida. Pero también hizo que conociera gente muy sencilla, muy dispuesta a ayudar, a dar una mano, hubo gente que me alentó, me corrigió, me grabó, me proporcionó las relaciones para conseguir la gente para hacer entrevistas… me permitió conocer mucha gente, muy solidaria y muy sencilla.

-En el trabajo de Doctorado tomaste el caso de lo que fue la Agencia Córdoba Ciencia, ¿por qué elegiste ese tema, qué te interesó de ella?
-Como un área de la administración pública, venía una ola nueva con el Neoliberalismo, que es el New Public Management. Cuando una vez tuve la oportunidad de conocer a un gran maestro que es Omar Guerrero, él estaba comenzando a trabajar en 2005 el Neoliberalismo en el Estado (nueva gerencia pública), que es cómo transformar al Estado, aggiornarlo a las necesidades del mercado, entonces me llamó la atención eso. Este hombre me propuso hacer algo juntos sobre nueva gestión pública.
Las agencias son como un paradigma, un modelo, sobre la nueva gestión pública en el mundo. Nueva Zelanda, Reino Unido y más lugares. La ACC nació en 1999 y murió en 2007 porque se convirtió en Ministerio de Ciencia y Técnica. Las agencias son nuevas estructuras, más ágiles, más atléticas, microestructuras… con todo el condimento neoliberal en el Estado. Es como una empresa que gestiona cosa pública: ciencia; todo eso me llamó la atención. Logré conocer desde el primer presidente creador de la agencia hasta todos los empleados, los directores y demás… Eso me fue metiendo más en el tema; es decir, como los momentos de las sociedades, transcienden en políticas concretas.

-¿En Argentina qué otras experiencias había, además de la ACC?
-En Entre Ríos trabajé en la Facultad de Trabajo Social, en la carrera de Ciencia Política, estuve dando clases, entonces conocí la sociedad de Paraná, en ese entonces vi que recién se estaban implementando y la gente de Córdoba iba a asesorar para instalar agencias, sobre todo deportes, que creo que fue la primera, iba a asesorar para ver como era el modelo. Estas agencias son cosas importadas, vienen de otros países y por lo general vienen impuestas.

-¿Cuál fue la importancia de la ACC para el desarrollo de la ciencia y la técnica en Córdoba?
-A nivel Córdoba, no era la única, estaba la Agencia Córdoba Deportes, Agencia Córdoba Cultura, Agencia Córdoba Ambiente, entre otras… había participación de capitales privados. La gestión de la ACC fue exitosa, llegó a lugares donde no llegaba antes; el Ceprocor (Centro de Excelencia en Productos y Procesos Córdoba) se hizo conocido a nivel mundial. Fue muy conocido el tema de la producción de la leche caprina, que era el productor más postergado. La ACC iba y con poca infraestructura, los productores lograban envasar la leche y venderlas en las farmacias o en los supermercados; cosa que antes no se hacía. Era una nueva forma de gestionar. Toda una lógica de acercamiento al “cliente”.

-Es un cambio grande para el productor, esto de pasar de producir de manera artesanal a realizar productos más elaborados.
-Correcto, la ACC consiguió abrir los mercados. La Nueva Gestión Pública, también es eso, que el Estado se predisponga para el Mercado. Hay que reconocer que ha habido cosas importantes. La gestión de la ACC con subsidios del Estado Nacional y con otros conseguidos en otras partes del mundo, logrado a través de acuerdos de cooperación internacional, podían avanzar en cosas muy trascendentes. La ACC ha tenido políticas muy interesantes y que dan dado resultados positivos.

-¿Y en cuanto a los Recursos Humanos?
-Eran 30 personas las que iniciaron, después se amplió el número. Ellos hasta certificaban Normas ISO en Córdoba, y luego tenían una metodología de las 5S que se amplió primero en Japón, el tema de la limpieza, el orden y demás… cosas de la empresa privada. Era increíble ver a todos, jefes y empleados comprometidos, había boletines todas las semanas, tenían más 74 proyectos…

-Cuando la ACC pasó a ser Ministerio, ¿la gente que la integraba siguió en los puestos, qué pasó?
-Es una buena pregunta que yo también hice, que fue ¿por qué desapareció la ACC? Si tenían programas exitosos. Fue una decisión de que los nuevos tiempos tendían a volver a las viejas estructuras, pero a una macroestructura, porque la ciencia y la técnica en Córdoba nunca fue ministerio; antes eran secretarías, departamentos, secciones… En un país a desarrollarse la ciencia es trascendente.

-¿En qué consiste la Nueva Gestión Pública?
-Omar Guerrero diría que la Nueva Gestión Pública es la endoprivatización del Estado. Ya pasamos la etapa de la exoprivatización del Estado, que fue la privatización, la tercerización, todo lo que expulsó el Estado hacia fuera de las empresas públicas para vender; pero como no se sació el Mercado, entonces, había que meterse en los procesos internos del Estado y había que mercantilizarlos.

-El reconocido politólogo Guillermo O’ Donnell te dirigió la tesis, ¿cómo fue su participación en tu trabajo y qué recordás de él?
-Desarrollé mi tesis en un año y cuatro meses aproximadamente, conté con el apoyo de la UNVM, sino no lo podría haber hecho. Recuerdo que en 2008 comienzo a mailiarme con quien fue un gran maestro y una gran persona que fue Guillermo O’ Donnell. Cuando estaba dando clases utilizaba dos o tres textos clásicos de él, y un día encuentro su mail y me decido a escribirle. Recuerdo que ese día no dejábamos de mandarnos mails, era un ida y vuelta, él estaba en Notre Dame (Estados Unidos). Yo deseaba conocerlo, pero quería que viniera a Villa María, que viniera a conocer a los alumnos de la UNVM, él estaba encantado. En 2009 viene a la Argentina a un inaugurar un congreso y por otro lado venía Omar Guerrero. Guillermo fue quien me dirigió la tesis, yo escribía y él me corregía y era quien me hacía llorar mirando la pantalla. Tuve la oportunidad de ir a su casa un par de veces, era una persona muy servicial, de un diálogo muy ameno, pero eso me dolió mucho que falleciera. Lo valoro mucho más como persona, sin desmerecer su capacidad intelectual que fue abismal; tiene una producción intelectual, que creo que fue el hombre argentino de la ciencia política más reconocido en el exterior.

-La última pregunta es consultar tu impresión sobre la UNVM.
-Creo que esta gestión le ha dado una impronta que no tiene parámetro de consideración, es un impulso impresionante, no solo en Villa maría, sino en el país entero. He tenido la oportunidad de viajar al sur y la reconocen, es impresionante… y en Córdoba ni hablar, todo el mundo sabe que es la UNVM. Esta Gestión ha sabido encontrar el lugar para tener reconocimiento y hacer cosas trascendentes, ya sea generar nuevas carreras, tener al Rector en el CIN, me siento muy orgulloso de estar en la UNVM. Ahora me doy cuenta qué es pertenecer a la UNVM; antes uno tal vez no se daba cuenta… tener reconocimiento de pares, docentes prestigiosos, carreras nuevas, en fin, creo que ha dado un salto cualitativo y cuantitativo sin igual y por eso estoy muy orgulloso.





(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 18 de diciembre de 2011.-

martes, 13 de diciembre de 2011

Sergio Basualdo. Un lugar llamado Villa Nueva


entrevista
SERGIO BASUALDO
Un lugar llamado Villa Nueva




Sergio Basualdo es hijo de Villa Nueva, lo dice orgulloso. Allí nació, creció y allí es donde vive en la actualidad. Años atrás estudió en Río IV el Profesorado en Francés, y trabajó en escuelas privadas de Villa Nueva, de Pozo del Molle… Luego la vida lo llevó para el sur, pero siempre volvió al terruño natal.
Actualmente se desempeña como preceptor del IPEM 275 y tiene a cargo unas cuantas horas de francés. Sin embargo, la pasión por la historia de su lugar, lo llevó a investigar el pasado y el presente de Villa Nueva. Cuando el sentimiento de identidad cala hondo, los esfuerzos personales culminan en beneficios para todos. Así sucede con “Un lugar llamado Villa Nueva”, libro que Sergio Basualdo ha presentado recientemente y en el que aporta una mirada actualizada de los barrios, de sus personas y de distintos espacios de nuestra vecina localidad. En textos e imágenes se presenta de manera clara y estructurada diversos aspectos que nos ayudan a comprender una ciudad.
Este sentimiento del que hablamos, esta pasión que como una llama movilizó a Sergio, tiene un aditamento adicional, y este es que el autor mantuvo una fructuosa amistad con el destacado historiador Pablo Granado, quien en cada encuentro le fue dejando de herencia el conocimiento y los consejos. Así el autor de “Villa Nueva. Un pueblo con historia” supo transmitirle a un amigo diferentes enseñanzas que Sergio supo capitalizar.
Así comienza nuestra nota de hoy, cruzamos el puente para conocer un poco más sobre este aporte fundamental para nuestra historia.


         Por Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com




-Además de ser docente, haz sido Director de Cultura de Villa Nueva, ¿qué nos podés decir sobre la cultura de esta ciudad y tu paso por la gestión gubernamental?
-En 1999 Marcelo Frossasco me convoca para elegir una comisión de gente relacionada con la cultura, él quería que fuera elegida por sus pares. Me eligieron a mí y Don Pablo Granado quedó como Director de Cultura Honorario. Yo ya lo conocía de antes, y él siempre me hablaba de una cosa y de la otra, me decía qué había que hacer y qué no, que tuviera cuidado con tales situaciones, etc… me dio muchos concejos. Él siempre me decía, mi libro llega hasta una determinada fecha, pero “hace falta una continuidad”. ¿Continuidad en qué sentido? le preguntaba yo. Él me respondía “vos te vas a ir dando cuenta”.
En 2001 falleció mi padre y no me podía dedicar exclusivamente a esto; estuve casi cuatro años de gestión. Tenía un grupo de gente que me ayudaba y dos personas que hacían de secretarías que fueron muy importantes para mí. En Villa Nueva podés encontrar las opiniones más disimiles, aquí hay gente que le gusta la música clásica, la danza clásica y el folklore, por ejemplo… hay que hacer un equilibrio. En la gestión veíamos que ciertas cosas eran necesarias, como crear un concurso nacional de poesía, porque la gente necesitaba expresarse; había certámenes, pero no estaban institucionalizados por el estado. Lo mismo como las artes plásticas, que había una demanda muy marcada. Se abrió un abanico muy importante, eso ha perdurado en el tiempo. Haciendo un balance ya con cierta distancia en el tiempo, nos damos cuenta que era necesario, hay gente de todo el país que participa. Tuvimos la buena idea de pasarlo por Concejo Deliberante, para que esto tenga continuidad, esté quién esté. La parte cultural no puede seré tomada por el intendente de turno.

-Muchas veces sucede que un nuevo gobierno derriba todo lo que se hizo en el anterior y de esa manera no es posible avanzar.
-Lamentablemente se piensa que la cultura es un gasto y no una inversión, lo veo también en educación. Lo veo con el idioma, los alumnos piensan que saber un idioma le da un plus para su formación; pero las autoridades piensan que no es así. El hacer idiomas les permite después el perfeccionamiento en diferentes miradas, diferentes campos, diferentes países… sobre todo con la Globalización. Es una inversión a futuro.

-En ese marco donde la cultura no ocupa el lugar que debería, ¿cómo surge la idea de hacer este libro tan particular?
-No soy historiador, ni profesor de historia; pero estas conversaciones que siempre tuvimos con Pablo Granado me ayudaron mucho. Él siempre dejaba ver que había ciertas cosas que se debían hacer, aunque a veces no me precisaba qué. En 2001 empecé a escribir notas sobre Villa Nueva. De a poco, caí en la cuenta de que lo que me quiso decir Pablo tenía que ver con los barrios; sobre eso no había nada orgánicamente escrito, cómo surgieron, etc… Mis notas las publicaban en revista “La Hoja de Villa María”, pero era acotadas por el espacio. Esta tarea me hizo ir a hablar con la gente, con los primeros pobladores… pero también tuve que hacer otras tareas como irme al Concejo Deliberante a ver que había sobre cada barrio (ordenanzas, venta de loteos, decretos, etc.).

-¿Cuáles son las particularidades de este libro?
-Organizar el libro me llevo nueve meses, empecé en enero… pero tengo material de 2001. Había cosas que me quedaban truncas y debí volver a las fuentes a indagar un poco más. Me pareció bueno no tocar nada de lo que fue la historia de Villa Nueva de Don Pablo Granado, que fue la parte histórica, antigua, los pueblos originarios, la fundación, etc. ahí estaba el punto de inflexión que hacía falta, de alguna manera, continuar. Este libro no es estrictamente la continuidad, pero contiene los hechos correspondientes al siglo XX. Quería que fuera didáctico, porque los chicos ven en la escuela la historia de los barrios. Me preocupé y me ocupé de indicar las primeras personas que habitaron, pero también qué quedó en el camino, como por ejemplo el club de fútbol de Barrio Floresta o la Radio Río del Barrio Residencial América, una radio muy importante en su momento y que después cerró sus puertas... Quería que quede plasmado en el libro para que la gente sepa que hubo tal cosa.

-¿Qué es Villa Nueva para Sergio Basualdo?
-Mi vida.
He tenido una infancia y juventud feliz en Villa Nueva, tengo parte de mi familia aquí. Siempre volver a Villa Nueva fue un placer, con sus cosas buenas y sus cosas malas. De adulto y de la mano de un intendente que depositó en mí la confianza para llevar a cabo un trabajo que aprendí con las mejores ganas. En esa tarea tuve una persona muy grande intelectualmente, como Pablo Granado, que me ha dado muchas lecciones de vida y gracias a él y la gente, pude cumplir satisfactoriamente la parte del funcionario. Cada persona podrá decir si fue o no fue así, pero yo me siento muy agradecido porque creo que no es común que salgas a la calle y que la gente te salude muy bien y que te digan que hiciste las cosas bien. Esas cosas te llenan, más allá de que te vaya bien en lo laboral y que no tiene nada que ver con lo que vos hacés. Tengo la satisfacción de ser villanovense. Villa Nueva me ha dado todo y creo que uno siempre vuelve a sus raíces y por eso le estoy muy agradecido.

-Y dejar un libro como éste es una manera de devolverle a la ciudad lo que te dio, ¿verdad?
-Exactamente, de alguna manera esta es una devolución hacia Villa Nueva y la satisfacción de que mi paso por la ciudad no ha sido en vano. Es una satisfacción personal, no busco la parte lucrativa, es devolver lo que a uno le han dado, como la Escuela Mitre, que fue allí donde aprendí mis primeras armas... Esta tarea me lleva mucho tiempo porque lo hago como un hobby, pero también como una catarsis, porque esto te da placer, es un cable a tierra.

Sergio Basualdo ha dado vida a un libro necesario, que pone un ladrillo más a la pared de la construcción de una ciudad en el mundo. Un ladrillo más que va creando ese muro invisible que nos pone a reparo del los fuertes vientos del olvido, vientos que se llevan las historias con la vida de sus pobladores y que si no son inmortalizadas con aportes como este, corremos el peligro de perder piezas fundamentales en la construcción de un pueblo. Piezas, que ayudan a armar un rompecabezas y delinear un camino hacia el futuro.







ZAMBA DE VILLA NUEVA
de Héctor Arnoldo Díaz


Despertando está el sol
bello es tu amanecer,
Villa Nueva de mi alma
perfume y calma
sueños y amor,
serenatas de amigos
de quién les digo
¡qué nobles son!

En tus noches de paz
bajo tu luna vi
patios color de antaño
que por tus años
los quiero más;
ventanales con rejas,
techos con tejas,
¡dulce cantar!

Frente a tu plaza está
majestuoso de amor
el Templo donde todos
oran y piden
con devoción;
es porque a Villa Nueva
no le ha faltado
la voz de Dios.

Palidece tu sol
si por tus calles van
tus mujeres hermosas,
dulces; graciosas,
cual un cantar;
Suaves como tu río,
con aire y brío
que hacen soñar.

Si me pongo a cantar
mi guitarra también
me recuerdan con pena
las horas buenas
que allá pasé;
tintillo, asado tierno
en el fraterno
rincón de Alem.





(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 11 de diciembre de 2011.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Andrés Cañas. Solidaridad Global


entrevista

ANDRÉS CAÑAS
Solidaridad Global



Acaba de aparecer un nuevo número (18) de la revista “Solidaridad global”, propuesta realizada por el Programa de Voluntariado de la Universidad Nacional de Villa María. “Solidaridad global” es una publicación trianual que desde sus comienzos ofrece a sus lectores una mirada aguda y crítica de la actualidad que vivimos como sociedad, sus luchas, sus pérdidas, pero también sus conquistas. Tal como lo expresaron en su manifiesto del primer número, en diciembre de 2004, la revista está comprometida “con la Humanidad, con el Planeta, con la Paz. Para no correr la misma suerte que los dinosaurios urge que el hombre sea solidario consigo mismo. Solidario con el planeta, nuestra vapuleada casa común; solidario y participante activo en toda manifestación que repudie la guerra y se pronuncie a favor de la paz; solidario con los pobres e integrándose a toda lucha encaminada a erradicar la pobreza; solidarios con todos los oprimidos, la opresión requiere de violencias que permitan instaurar la injusticia y aniquilar seres humanos.”
Con esa premisa como estandarte, han transitado ocho años ininterrumpidos, atravesando diversos momentos. Han crecido de número a número y han logrado el reconocimiento que se merecen. Ha sido declarada a nivel local y provincial de interés educativo y parlamentario, respectivamente. A su vez la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la ha declarado de Interés Cultural.
La revista se distribuye de manera gratuita en la institución que la cobija y se distribuye en la comunidad universitaria del país y de Latinoamérica. Otros destinatarios son las bibliotecas, los colegios, empresas recuperadas y otras instituciones.
Desde EL DIARIO Cultura, hablamos con Andrés Cañas, quien es el diseñador y a la vez uno de sus directores, que conjuntamente con Rosario Galarza, siguen apostando un poco más en cada número que aparece. Allí en una pequeña oficina del Campus Universitario, entre ladrillos y pinturas que han ilustrado las portadas de números anteriores, entre la vieja computadora con la que se diseña la publicación y varios bultos con revistas aún sin abrir, nos predisponemos a escucharlo.

                                                                 
Por Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com



Han pasado varios años desde que el primer número se asomara en los pasillos de la universidad, pasaron otras gestiones y la revista se ha mantenido. Andrés, fue colaborador de primera hora y fundador de esta publicación que hoy nos convoca.


-¿Qué evaluación hacés de estos ocho años de revista? ¿Cómo has vivido este crecimiento?
-Desde el principio el proyecto de la revista lo diseñamos pensando en los aspectos de la realidad que queríamos abarcar informativamente, por eso es que tomamos “ecología y paz” porque creemos que es una cuestión acuciante en el mundo de hoy; “universidad y educación”, como no puede ser de otra forma una revista que está producida por la universidad; “solidaridad”, en un mundo fragmentado, más aún con la competitividad que generó el Neoliberalismo, creemos que la solidaridad es un elemento importante para rescatar; y por último, el hacer del hombre en el “arte, cultura y memoria”. Ese fue el esquema para el diseño de la revista. Fue creciendo con el aporte de gente de la casa y con el aporte de académicos de otras universidades, no sólo argentinas, sino latinoamericanas y hasta de los propios Estados Unidos, como se nota en los últimos números.
Los cambios de gobierno en la universidad no han influido sobre la revista, por suerte hemos tenido libertad para trabajar, no lo digo como una obsecuencia, lo digo desde la realidad, hemos trabajado con libertad y hemos tratado de responder a esa confianza, creando un producto que ha sido aceptado, de tal forma que hay una distribución de la revista no sólo dentro del país sino también en América Latina y en el propio Estados Unidos.

-¿Lo de ingresar a otros países como Estados Unidos es más reciente?
-Sí, nos dimos con la sorpresa de que universidades de Estados Unidos nos la pedían, pero nos aclaraban que ya tenían algunos ejemplares; para nosotros fue una gran sorpresa porque no sabíamos que la revista estaba llegando a universidades importantes de ese país como Harvard, Texas… en total cinco universidades…

-¿Y antes mandaban la revista a universidades de Latinoamérica?
-Sí, tenemos colaboradores, como por ejemplo Beatriz Cajías quien ocupó un ministerio del gobierno boliviano, es colaboradora de la revista; en Brasil tenemos una relación muy buena con el Instituto Paulo Freyre, ellos colaboran con sus notas y distribuyen en la medida de sus posibilidades la revista. Dentro del país a gran parte de las universidades reciben esta publicación. La tirada es mil ejemplares por número, andamos con lo justo, pero tampoco se puede estirar más el presupuesto; tratamos de ser prudentes en ese sentido, se hace con poco dinero. Varios de los colaboradores de la Universidad lo hacen sin percibir salario, la gente que escribe de afuera lo hace sin percibir absolutamente nada; nos agrada porque se ofrecen para escribir en la revista.

-Desde el primer número, allá por el 2004 las secciones no han variado, se ha mantenido lo que ustedes habían planteado desde un principio…
-Es que tiene una conexión directa con la visión que procuramos trasuntar en la revista. Pretendemos que esta publicación sea del 2010. El mundo vive una situación grave, cualquier persona que lea el diario, ve que hay una crisis, a pesar de los medios no reflejan la crisis en profundidad, pero si buscamos algunas palabras que nos sirvan para sintetizar, podríamos decir que la Globalización a globalizado la crisis; no sólo la ha globalizado en cuanto que la ha extendido por todo el mundo, sino que la ha globalizado también en sus contenidos: hay una crisis energética, una crisis ecológica, crisis económica, crisis financiera, crisis laboral, crisis institucionales, crisis política… es un pulpo la crisis, tiene muchísimos brazos, y sabemos que no es alegre hablar de esto, pero sí necesario. Es necesario que estemos conscientes del mundo en que vivimos y si podemos aportar nuestro granito de arena en dirección a mejorar la situación en la que estamos, desde la revista lo que pretendemos es informar sobre esa situación; por suerte hay colaboradores muy valiosos que lo hacen en profundidad, hasta en temas tan urticantes, como los temas militares. Tenemos un columnista de mucha valía como es el Coronel García, que hace aportes valiosos; entonces, desde el granito de arena que somos procuramos reflejar la crisis de este mundo en el que estamos inmersos. Esto nos ha llevado a que no variemos las secciones, no variemos el esquema, por la situación mundial se mantiene tal cual, entonces tratamos de ahondar en diferentes aspectos de esa situación a través de la gente valiosa que publica sus trabajos en esta revista, pero manteniendo el esquema.

-¿Participan alumnos de la revista?
-Sí, en el último número los chicos del Centro de Estudiantes del Instituto de Ciencias Sociales y de Humanas, elaboraron un trabajo muy importante que se ha titulado “la juventud algo más que libertinaje”; siempre estamos abiertos a los chicos, pedimos un mínimo rigor de trabajo y análisis, porque no queremos tener baches… pero este trabajo es muy importante, está muy meditado, rescatan diferentes aspectos de la juventud, y es algo en que hay que seguir trabajando, porque especialmente en nuestra América Latina, y esto sin que sea un latiguillo, el protagonismo de los jóvenes ha vuelto con mucha fuerza, en países en donde salir a la calle a reclamar una mejor educación es jugarse la vid, como es Colombia, en países la represión no tiene el carácter letal de lo colonial, pero que se hace sentir en los cuerpos, como es la chilena, los jóvenes están presentes. Este fenómeno de una juventud, los indignados en Europa, en España, Estados Unidos, Grecia… hace que tengamos que estar muy atentos a los jóvenes; como decíamos recién, uno de las gravísimas contradicciones del mundo de hoy han sido superadas, mientras no hayan respuestas positivas, favorables, en el campo popular la protesta va a surgir, en ese sentido, los jóvenes están liderando esa protesta, ese reclamo, que no es un fenómeno nuevo, quizás por su mayor sensibilidad, por sus inquietudes, por sus anhelos, por su utopismo, a mí me causa mucha esperanza cuando hablamos de estos temas graves con los chicos y les digo que una de las posibilidades es la barbarie, ellos dicen “NO, eso no va a suceder nosotros lo vamos a evitar”. Eso es importantísimo. Lo están demostrando en la práctica, que no estamos dispuestos a que nos vayamos a la barbarie.

-La tapa de la revista siempre lleva una pintura (la última una de Tarsila Do Amaral) ¿Qué lugar ocupa el arte en esa publicación?
-Creemos que en esta sociedad no hay un desarrollo estético, y cuando lo hay, cuando al hombre le gusta lo realmente bello, hay un hombre mejor. Estamos muy acostumbrados a lo chabacano, y eso no nos hace bien, la chabacanería no nos hace bien. Desde el primer número dijimos que la tapa tiene que ser bella y que mejor que la plástica… buscamos algo bello que se refleje en la práctica y fundamentalmente pintores latinoamericanos, hay una sola excepción, que es muy valiosa, Picasso. Fue un homenaje que le hicimos.

-Los temas solidarios, ecológicos y políticos… se complementan y completan con la literatura, la pintura y la cultura en general, eso es importante.
-Hace a una concepción del hombre, del ser humano, no creemos que sea bueno unilateralizar al ser humano… no creemos que sea bueno cortarle potencialidades al ser humano, creemos en la plenitud del ser humano, entonces desde nuestro modesto aporte, lo primero es reconocer, que lo nuestro es un modestísimo aporte, reflejar al hombre en su plenitud. ¡¿Quién puede negar la importancia de la literatura en el ser humano?! Creemos que hay que darle cause a todo lo que hace que el ser humano se vaya desarrollando en todas sus potencialidades, no de un ser humano mutilado en sus capacidades, en su creatividad, por eso es que tenemos que ser abarcativos.

-¿Qué le hace falta a la revista?
-Una Dirección más capaz. Tenemos gente que escribe muy bien, quizás nos hace falta alguien que nos supere a quienes la estamos dirigiendo ahora y le de otro vuelo. Hay mucha voluntad de colaboradores, y estamos abiertos a quienes quieran venir a participar, si queremos que sea una revista del 2010 tiene que ser abierta, porque si algo aspira la humanidad hoy es a la democracia, vos ves que las reuniones en el mundo árabe, ¿qué pedían? Democracia. ¿Qué piden los indignados en Europa? Democracia. En todos lados… porque la democracia está faltando, es un gran ausente, la democracia es un fetichismo o es una cuestión simbólica, sin vigencia real en la práctica; la gente está pidiendo democracia, y nosotros queremos ser congruentes con los contenidos de la revista, entonces, procuramos que el autoritarismo que todos tenemos por ser hijos de una sociedad autoritaria, quede allá escondida en el fondo, y proceder democráticamente; entonces todo el que viene es bienvenido.




La invitación está hecha, esta revista abre sus páginas no solo para ser leídas sino también para ser escritas. Aquí hay un espacio más en donde escuchar otras voces de aquí y de allá, del ahora, del antes y del después. Una revista de contenido que toca, en sus 100 páginas, los temas más diversos que atañen al hombre de hoy, pero siempre con una mirada humana, de defensa del hombre como hombre y en comunidad, en pos de hacer realidad el significado de esas dos pequeñas y grandes palabras que son: “Solidaridad global”.


(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 20 de noviembre de 2011.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Daniela Díaz. Arte para vestir

entrevista
DANIELA DÍAZ
Arte para vestir





Su mamá le dio el nombre de Daniela, en honor a una canción de Víctor Heredia.
Como presagiando los rumbos de nuestra entrevistada de hoy, el cantautor argentino decía en “Dulce Daniela”, “ella decide cuando es de día / ella maneja el sol / anda pintando toda la casa / con trozos de crayón”.
Hace poco, releyendo los versos de esa canción, Daniela Díaz se sorprendía a sí misma; porque acaso sin buscarlo, el dibujo y la pintura, se convirtieron en la manera de exteriorizar todos los sentimientos que deambulaban en su interior. Daniela dibuja, pinta, hace graffitis, escribe, diseña… y lo combina con la ejecución y el estudio por la composición musical.
Trabajó en relación de dependencia durante poco más de diez años, detrás del escritorio de una farmacia o renegando en los “cybers”, cuando éstos eran el furor de la novedad. Es de Córdoba, pero pasaba la semana en Villa María para poder concurrir a la universidad. Regresaba los fines de semana para trabajar y así poder cubrir mínimamente sus gastos. El trabajo en negro, el trajín que no daba respiro, fue calando de a poco hasta que decidió arriesgarse, dejar el trabajo “seguro”, y emprender su propio microemprendimiento diseñado personajes que pinta de manera artesanal en remeras y demás superficies.



                                                                                                                              
Por Darío Falconi
Fotos de:
Valentina Lobo Ponticelli
Lucía Puiggrós



“Me decidí, dejé el trabajo seguro para probar con esto que sé hacer y que me gusta. Al final, ¿el objetivo es llenarte de plata? No.” Daniela, nos ceba un mate y nos cuenta que la idea primigenia era ser escritora, por eso cuando tenía unos 10 años concurrió a un taller literario del reconocido escritor Juan Coletti. También hizo algo de pintura, “15 minutos” según sus palabras; pero nunca le dio importancia. De niña no jugaba, veía televisión, leía, dibujaba y escuchaba cuentos en la voz de su abuelo. Más adelante en el tiempo, en la soledad de una farmacia, en los agobiantes veranos, cuando no hay clientes, rayó papeles y así empezaron a salir cosas que hasta ella misma desconocía.
Se compró un anotador en el que en poco tiempo lo completó vinculando la palabra con la imagen. Se convenció de que “en el arte, no importa la técnica, no importa lo que está alrededor; importa que tengas algo qué decir.” Era como una erupción, un incisión en su interior por la que empezó a brotar sin pausa diversas creaciones. Daniela recuerda dibujar en su casa, en la universidad, en el colectivo y hasta caminando… “me agarró un ataque, no podía para de dibujar”. Se le terminó el anotador, compró hojas más grandes, empezó con las acuarelas y combinó diferentes técnicas motivadas por esa energía interior.


REMERAS ÚNICAS
En la actualidad, Daniela “sobrevive” con la venta de sus remeras estampadas, resultante de las ideas de clientes y la originalidad de sus diseños. Como todo pequeño microemprendimiento “Tienda Pantufla” comenzó con los amigos, luego vinieron amigos de amigos, la promoción en redes sociales y su página web (www.danielaveronica.com).
La tarea no es fácil, porque es ella quien debe hablar con el cliente, comprar los materiales, diseñar, pintar, hacer la publicidad, vender y todas esas actividades y roles que una empresa unipersonal requiere.
Sin embargo para Daniela, si bien necesita la venta de sus productos, su objetivo principal no es hacer un comercio de todo esto, es necesario…; pero su centro principal está en dar a conocer sus diseños, sus propios personajes y darle lugar a sus creaciones.
Una de las características de los diseños es que la artista se enfrenta directamente con la prenda de vestir y plasma con pintura (sin previo dibujo) la idea que en ese momento se le ocurra. “Lo que es materia prima lo voy comprando, lo pruebo y lo voy viendo, aún tengo algunas pinturas de mi abuela que usé para empezar. Cuando hice el primer stock de remeras, diseñé un par de personajes, un pulpo mezcla con divinidad hindú, el gato gigante que ataca la ciudad y otros. (…) Es muy extraño que a la gente le guste algo que vos pintás, yo pertenezco al mundo de la música, por el estudio que estoy haciendo y el contacto con los demás compañeros… y el músico está muy a la vista porque lo que estás haciendo lo hacés en ese momento. Yo soy una persona muy tímida y me da un poco vergüenza, es loco, porque el hecho de que vos pintés, así sea que lo pongas en una remera o en una museo, podes irte de ahí y ver la reacción desde otro lado, es como que me relajo mucho más.”


OTRAS INCURSIONES
Además de las remeras que pueden apreciarse en las imágenes, nuestra protagonista realiza otras intervenciones con formas y colores. Una de ellas son los graffittis que “es como acercar el arte de cada uno para cualquier persona y en cualquier lado, a cualquier hora… y eso está bueno porque hay mucha gente que ni se le ocurriría ir a un museo a ver una pintura, pero sí lo ve en la calle. Hay gente que un domingo no sabe qué hacer y un museo, por ejemplo, no está en esas posibilidades… ni lo piensan.”
El ”street art” o arte callejero hace referencia a toda manifestación artística que se realiza en espacios públicos, como paredones, postes de luz, plazas, calles… En nuestra ciudad hemos tenido algunas expresiones de este tipo; pero se realizan de manera esporádica. En las grandes urbes como San Pablo, París, Barcelona, Toronto, es cosa de todos los días. Daniela, también ha hecho su aporte, creando dibujos que luego pega en diferentes superficies… cuando el arte ataca, lo puede hacer en cualquier momento, hora y lugar.
La Licenciatura en Composición Musical con orientación en Música Popular, que se dicta en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María ha servido de polo convocante de artistas de diferentes lugares del país y del exterior. Daniela es alumna avanzada de la misma y tiene su propia banda de música llamada “Lady Magnum”. Un trío femenino de rock alternativo combinado con los estilos y géneros más diversos como alternofunk progresivo, techno punk sinfónico con new power, heavy, pop, trash, indie y mucho más. Este proyecto musical se encuentra asentado en Córdoba, pero seguramente se ha nutrido con los conocimientos del estudio diario de la música.


ARTE Y ARTESANOS
En su alocución Daniela nos relata su incursión en el arte y se plantea varias cosas. Dice que “hay una división entre lo que es artesanía y el diseño de autor. En el paseo de artesanos hay un público diferente, hay macramé, hay de todo… en cambio en la tienda de diseño va otro público…no sé porqué, pero da la impresión de que tu producto se enaltece. Lo que está bueno es que estás vos y hay gente que toca la guitarra, otro hace tela, hay payasos, obras de teatro, hay una banda tocando y pasan muchas cosas… se da mucho en Córdoba. Acá no veo que pase eso, veo artesanos y nada más.”
Cuando le consultamos sobre el panorama artístico en Villa María, nos responde que “hay mucha movida, pero a su vez me parece que esta todo muy aislado. Hay muchos músicos que además escriben o pintan y muy bien, y de casualidad te enteraste… Creo que no hay conexión entre los que pintan, los músicos… se me ocurre hacer como un café literario en la costanera, en la casa de alguien, donde sea, en donde el que sepa pintar que pinte, el que escribe que escriba y lea, etc… Me parece que a partir de allí aparecerían intervenciones artísticas en la calle y en muchos lugares. La idea es juntarse para hacer proyectos conjuntos, estimularse uno y retroalimentarse. Este lugar no está, no existe el semillero donde se junten los artistas de manera informal y a partir de esas juntadas puede que salga algún evento conjunto.”


ELVALOR DEL ARTE
Daniela nos cuenta que en la ciudad hay pocas propuesta de diseño y que los productos que se encuentran, en su mayoría, los traen de Buenos Aires. Esto otorga un plus a su trabajo, otro valor agregado. “Gracias a Dios, nunca alcanzo a hacer stock de las remeras, porque las vendo antes; pero sería bueno llevarlas a galerías de arte y otros lugares.”
Si bien las remeras que realiza Daniela las vende a un precio accesible, ella es conciente de que su trabajo vale mucho más; “hay que respetar un arte como el otro. Yo vendo mis remeras más baratas de lo que deberían costar, por el tipo de trabajo que tienen.” Cada prenda lleva todo un trabajo, de muchas horas o varios días, que muchas veces no se refleja en el precio que se vende; “sin embargo ninguna de las cosas que elegí, las elegí pensando en la plata. Me gusta hacer lo que hago y cuando pueda apostar más, lo haré. Me gustaría tener mi propio local de arte, para vender más cosas que las remeras pintadas. Quiero ser mi propia jefa y que me conozcan por las cosas que hago.”



Ojalá que notas como ésta, alienten a los muchos artistas que trabajan incansablemente en la sombra del anonimato. Queremos dar a conocer sus trabajos, que se conozca lo que hacen, para poder difundirlos y apoyarlos.






(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 13 de noviembre de 2011.-

domingo, 30 de octubre de 2011

Os quatro companheiros. Chorinho brasileiro

Entrevista
OS QUATRO COMPANHEIROS
Chorinho brasileiro


El choro es un género musical del Brasil que popularmente se lo conoce como “chorinho”. Es una música instrumental que tiene más de 130 años de vigencia y convoca a todos los géneros y edades. Si bien, etimológicamente la palabra choro significa “lloro, llanto”, el ritmo de estas composiciones, por lo general es alegre, movido y festivo. Se la considera la primera música popular brasilera y fue muy difundida en el mundo hasta que la bossa nova le expropió la popularidad.
Hoy domingo a las 20.30 en el Auditorio del Rectorado de la Universidad Nacional de Villa María (Entre Ríos 1431), se ofrecerá un espectáculo musical compuesto por integrantes de esa comunidad universitaria, que nos ilustraran sobre este género. Los “chorões” son el docente Pascual Crichigno (flauta), el alumno Renato Borghi (cavaquinho) y Pablo Vélez (guitarra) y el recientemente egresado Luciano Cuviello (pandeiro). Vale aclarar que la entrada es totalmente libre y gratuita, por lo que ya no quedan excusas para no ir.
Desde este espacio, irrumpimos en el último de sus ensayos para que nos cuenten sobre el género en cuestión y la presentación de esta noche.

                                                                                                                              
Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com



Bajo el techo de la Licenciatura en Composición Musical surge lo que hoy conocemos como “Os quatro companheiros”. Allí un alumno proveniente de Riberao Preto dialoga con su profesor de flauta sobre el repertorio de uno de los géneros que ambos comparten en gustos. El alumno, se llama Renato Michelín Sanches de Oliveira y su profesor Pascual Ángel Crichigno. No será tema de un encuentro, sino que la pasión por la música los convocará en varias oportunidades.
Más adelante, en alguna de las juntadas que realizan los estudiantes de música, Pablo Vélez escucharía el cavaquinho ejecutado por Renato y comenzaría a desarrollarse el germen de este cuarteto tan singular, que se terminaría de desarrollar con la inclusión de Luciano Cuviello.
                                           

Pascual: -Empezamos sacando fotocopias de una treintena de temas y desde allí los comenzamos a estudiar. Iniciamos a mediados del año pasado y de poco fuimos haciendo mejor las cosas, luego aprobaron el proyecto de extensión y decidimos empezarlo a tocar y presentarlo este año.
Renato: -Una de las cosas que hicimos, fue tratar de buscar cómo tocar el lenguaje del choro, que es lo más difícil; porque aprender los temas es leerlos e interpretarlos, pero queríamos más que eso.
Pablo: -Yo arranqué de cero, no había escuchado más que “Tico-tico”… un choro en toda mi vida. Entonces, venir de afuera y asimilar un ritmo para tratar de que suene así, es difícil y lleva tiempo y todavía lucho para que salga algo más o menos auténtico.
Renato: -Tocamos muchos temas porque estamos concentrados en cómo tocarlos. El choro es el género más viejo del Brasil y todavía está vigente. Surge a partir de una forma de interpretar determinadas músicas de la moda de aquella época de la mitad del Siglo XIX, la polca, el vals, la mazurka, el chotis… Son géneros de música de salón, en el contexto de ese tiempo en Río (de Janeiro) en músicos que eran letrados, pero no eran músicos que tocaban en grandes salones, sino que eran gente de clase media baja y que trabajaban en el funcionarismo público. Había muchos carteros, mucho funcionarios, secretarios… esa es la gente que empieza a darle a forma al choro, a partir de una forma de tocar de esos géneros. De ahí quedó el nombre de choro (llanto), porque se dice que tocaban esas cosas más melancólicamente, más “llorado” que lo que venía en el original de los valses, yotis y de cosas más viejas que ya dejaron de existir… era una mezcla y reinterpretación, un cambio en la manera de tocar. Hay mucha gente que asocia el choro con temas muy rápidos en compás de dos; pero hay otros que son mucho más lentos, pero que siguen siendo choro.


-En el caso tuyo Luciano ¿cómo te integraste al grupo?
Luciano: -Hace como cinco años atrás me encontré con el pandeiro, que como percusionista, me llamó mucho la atención y empecé a estudiarlo técnicamente. Lo que sucedió después es que, cuando llegó Renato (de Brasil), nos conocimos y empezamos a compartir los conocimientos que él traía de allá y con lo que yo sabía empezamos a tocar. Lo que sí pasó, es que después, el grupo se formó sin mí, porque yo tenía otras cosas; hace un tiempo volvía reintegrarme.
Renato: -Igualmente Luciano estaba desde el principio porque si bien no tocaba choro dominaba muy bien el pandeiro, que es el apoyo del choro, es lo que lo sostiene rítmicamente…
Pablo: -No había problemas de ensayar cierto tiempo y luego llamarlo a Luciano porque se iba a adaptar perfectamente, no es como mi caso, que debía ensayar más por conocer menos el género.
Pascual: -Primero maduramos las obras, que son muy difíciles, hay algunas que son virtuosísticas, entonces hay que tocar muy bien el instrumento para tocarlos. No es que uno se sienta hoy a practicarlas y mañana ya están listas; todo tiene una maduración y una integración del código.
Renato: -Además hay muchos subgéneros del género del choro, decidimos incorporar otros subgéneros para refrescar esto que nos gusta.


-¿Generalmente, cómo es la formación de un grupo de choro?
Renato: -Nuestra formación es muy tradicional. Para el caso de los solistas pueden usarse la flauta o la mandolina, puede ser un trombón u otro tipo de instrumento; la base siempre va a ser pandeiro, cavaquinho y guitarra de siete cuerdas, que aquí no se utilizan.

-¿Qué particularidades tiene el hecho de estar incluido dentro de un proyecto de extensión?
Pascual: -Lo hicimos para poder institucionalizar esta idea, para que desde la Licenciatura en Composición Musical con orientación en Música Popular, tuviera una música popular de un estilo de un país vecino y hermano como es Brasil. Algún día alguien querrá hacer joropo o merengue venezolano y mostrarán eso... Nuestro punto de partida es tratar de conocer esta música, que a nosotros nos agrada, porque creo que los músicos somos así, si una música no nos agrada nos pasa por el lado, no la tocamos. Realmente nos tiene que llegar a lo más profundo de cada uno, eso hace que nos pongamos a investigar y estudiar, a escuchar como lo tocaban otros, y hacernos la versión propia de cada uno de nosotros.

-¿Se improvisa en el choro?
Renato: -La improvisación como la conocemos en el jazz, no está en el choro más antiguo, después se la agregó por la propia influencia del jazz; en el choro no se toca ni parecido a lo que está escrito, en el sentido de la rítmica, en el sentido de giro melódico, de ornamentos que se le agreguen, es muy del género. El cavaquinho no sigue un patrón rítmico, el principal sentido es la guitarra que tiene un “bordoneo”, que es todo el acompañamiento de los bajos que forma un contracanto a la melodía, es completamente improvisado. Genera una textura contrapuntística que es muy interesante y muy característico; cuando hay dos guitarras, las dos hacen lo mismo y generan un contrapunto más denso todavía. También se hace mucha alternancia de solistas.
Pascual: -Nosotros no sólo notábamos que teníamos respetar un código; sino que también teníamos cierta libertad para hacer cosas, dentro de lo escrito y fuera de ello, eso tiene lindo este género.

-¿Y en la Argentina se escucha el choro?
Renato: -No hay mucho… En una charla que he tenido con el Director de la Orquesta de Música Ciudadana, Alberto Bacci, me comentaba que en una época llegaba mucho este género a la Argentina… o sea, antes de la bossa nova, el choro era la música que más salía del Brasil; por eso te digo, que antes de esa época los temas de choro se hicieron muy conocidos fuera de Brasil, y después dejó de ser la música número uno del Brasil para los otros países. Pero sigue vigente, es la música que une generaciones… no es de un contexto específico, vos vas a un bar que tienen mesas afuera, en la calle, los vas a ver tocando y la gente que se acerca, y vas a ver niños con sus padres. Verás también que están los músicos de 70 años tocando junto a los que tienen 20, eso tiene el choro.
Pascual: -Como ves, este es nuestro grupo, aquí tienen a los chicos de 20 años y aquí el chico de 70 (bromea y se señala, con su humor siempre tan particular).
Renato: -Algo muy importante que quiero rescatar, el choro tiene su centro, no en presentaciones en vivo, es un género instrumental, tiene alguna composiciones que le agregaron alguna letra pero posterior a su composición. No es para bailar, es un género para escuchar. Su centro de existencia es la ronda del choro, alrededor de una mesa, con cerveza, a la tarde donde se juntan a tocar y se va arrimando la gente. Los músicos se acercan y si no saben lo que tocan se van adaptando y tocan. No es una música de noche, a las cuatro seis de la tarde, generalmente es cuando se toca esta música.

-¿Cuál es el repertorio que tienen preparado para hoy?
Renato: -Son todos temas de grandes referentes del choro como Pixinguinha, Esquina de Abreu, Ernesto Nazareth, entre otros. Hay algunos que son de compositores menos conocidos, que tienen solamente un tema que todo el mundo ha tocado, pero casi nadie conoce las demás canciones que han realizado. Todos estos temas son antiguos, ninguno se ha compuesto después de 1940.

-Por último, ¿qué significa para ustedes interpretar este género poco difundido en la Argentina?
Pascual: -Para nosotros es un gran desafío, porque salvo Renato, ninguno de los tres antes había tocado esta música. Fue un desafío estudiarla también. Lo importante es que la gente vaya a escuchar, que no se va a ir defraudada, porque es una música muy bonita.
Pablo: -En mi caso confío en lo que dice Renato, de que estamos sonando bien…
Renato: -Después de tiempo de ensayo, llegamos a sonar bastante bien y bastante fiel, por eso creo que vale la pena ir. Espero que la gente nos acompañe.







(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 30 de octubre 2010.-