domingo, 18 de diciembre de 2011

Fernando Pérez. Nueva Gerencia Pública en Córdoba

entrevista
FERNANDO PÉREZ
Nueva Gerencia Pública en Córdoba


Los que lo conocemos a Fernando aún lo recordamos yendo y viniendo por los pasillos de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en la vieja sede de calle Mendoza 1360. Por aquella época estudiaba en la Licenciatura en Ciencias Políticas, pero se lo conocía por su participación con los alumnos. Fue Presidente del Centro de Estudiantes durante un importante período con su Agrupación Independiente, que estaba para tenderles una mano con las materias, con las fotobecas, con los trámites administrativos… con toda una serie de situaciones que eran nuevas para todos.
Una universidad comenzaba a desarrollarse y todos los que la habitaban crecían a la par de ella. El tiempo pasó y Fernando se recibió y fue la misma Casa de Altos Estudios que le brindó sus aulas para hacer las primeras armas en la docencia, como un necesario feedback entre la institución y quienes le daban vida a la misma. Era una manera de dar lugar a quienes se formaban académicamente y devolver, si se quiere, lo que la institución hace por cada uno de ellos.
Quienes conocemos a Fernando sabemos del compromiso con el que ha encarado sus estudios y sus iniciativas. Así fue como egresó de su carrera de grado, dio clases en un par de universidades e inició su Doctorado que acaba de culminar recientemente. Para ello realizó una tesis que tuvo como eje la Nueva Gerencia Pública en Córdoba y más precisamente el caso de la Agencia Córdoba Ciencia (ACC). Desde estas páginas nos contactamos con el flamante Doctor, para que nos hable de esta importante investigación sobre uno de los órganos fundamentales del gobierno de los últimos años y la implementación de lo privado en lo público.

                          
                                                                 
Por Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com


En su departamento de calle Estados Unidos nos recibe con algo fresco. Estamos sentados a la mesa enfrentados y veo detrás de él su computadora y un estante con libros acomodados en hileras dobles, para ocupar menos espacio. Algunos los tiene más a mano, como supongo los de Guillermo O’ Donnell, porque han sido su sustento teórico, porque ha sido su Director de tesis y porque recientemente ha fallecido y ha querido recordarlo leyendo alguna línea o las dedicatorias que le ha dejado.
Fernando Amadeo Pérez recibió su título de Doctor en Ciencias Políticas el pasado viernes de la mano del Rector de la UNVM, Martín Gill. Pero volvamos al principio, recorramos fugazmente y en sus palabras, los inicios de nuestro entrevistado de hoy.


-Fernando, ¿podrías hacernos un repaso de tu paso por la UNVM hasta llegar a tu reciente doctorado?
-Empecé en la UNVM en el año 1997, apenas la institución abrió sus puertas. Tuve la posibilidad de terminar la Licenciatura en Ciencias Políticas. Recuerdo que empezamos muchos y terminamos poca gente. Al ser uno de los primeros egresados, la UNVM me invita a hacer los primeros pasos en la docencia allá por el 2002. Ya en 2003 estaba siendo Auxiliar Docente; si bien antes había estado como Ayudante Alumno participando de una cátedra. Allí comencé a trabajar temas de gestión pública y dos años después inicié el Doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Córdoba y tuve la suerte de terminarlo. Fue grato cursarlo pero fue muy arduo escribir la tesis, uno se siente muy solo, eso me marcó para toda la vida. Pero también hizo que conociera gente muy sencilla, muy dispuesta a ayudar, a dar una mano, hubo gente que me alentó, me corrigió, me grabó, me proporcionó las relaciones para conseguir la gente para hacer entrevistas… me permitió conocer mucha gente, muy solidaria y muy sencilla.

-En el trabajo de Doctorado tomaste el caso de lo que fue la Agencia Córdoba Ciencia, ¿por qué elegiste ese tema, qué te interesó de ella?
-Como un área de la administración pública, venía una ola nueva con el Neoliberalismo, que es el New Public Management. Cuando una vez tuve la oportunidad de conocer a un gran maestro que es Omar Guerrero, él estaba comenzando a trabajar en 2005 el Neoliberalismo en el Estado (nueva gerencia pública), que es cómo transformar al Estado, aggiornarlo a las necesidades del mercado, entonces me llamó la atención eso. Este hombre me propuso hacer algo juntos sobre nueva gestión pública.
Las agencias son como un paradigma, un modelo, sobre la nueva gestión pública en el mundo. Nueva Zelanda, Reino Unido y más lugares. La ACC nació en 1999 y murió en 2007 porque se convirtió en Ministerio de Ciencia y Técnica. Las agencias son nuevas estructuras, más ágiles, más atléticas, microestructuras… con todo el condimento neoliberal en el Estado. Es como una empresa que gestiona cosa pública: ciencia; todo eso me llamó la atención. Logré conocer desde el primer presidente creador de la agencia hasta todos los empleados, los directores y demás… Eso me fue metiendo más en el tema; es decir, como los momentos de las sociedades, transcienden en políticas concretas.

-¿En Argentina qué otras experiencias había, además de la ACC?
-En Entre Ríos trabajé en la Facultad de Trabajo Social, en la carrera de Ciencia Política, estuve dando clases, entonces conocí la sociedad de Paraná, en ese entonces vi que recién se estaban implementando y la gente de Córdoba iba a asesorar para instalar agencias, sobre todo deportes, que creo que fue la primera, iba a asesorar para ver como era el modelo. Estas agencias son cosas importadas, vienen de otros países y por lo general vienen impuestas.

-¿Cuál fue la importancia de la ACC para el desarrollo de la ciencia y la técnica en Córdoba?
-A nivel Córdoba, no era la única, estaba la Agencia Córdoba Deportes, Agencia Córdoba Cultura, Agencia Córdoba Ambiente, entre otras… había participación de capitales privados. La gestión de la ACC fue exitosa, llegó a lugares donde no llegaba antes; el Ceprocor (Centro de Excelencia en Productos y Procesos Córdoba) se hizo conocido a nivel mundial. Fue muy conocido el tema de la producción de la leche caprina, que era el productor más postergado. La ACC iba y con poca infraestructura, los productores lograban envasar la leche y venderlas en las farmacias o en los supermercados; cosa que antes no se hacía. Era una nueva forma de gestionar. Toda una lógica de acercamiento al “cliente”.

-Es un cambio grande para el productor, esto de pasar de producir de manera artesanal a realizar productos más elaborados.
-Correcto, la ACC consiguió abrir los mercados. La Nueva Gestión Pública, también es eso, que el Estado se predisponga para el Mercado. Hay que reconocer que ha habido cosas importantes. La gestión de la ACC con subsidios del Estado Nacional y con otros conseguidos en otras partes del mundo, logrado a través de acuerdos de cooperación internacional, podían avanzar en cosas muy trascendentes. La ACC ha tenido políticas muy interesantes y que dan dado resultados positivos.

-¿Y en cuanto a los Recursos Humanos?
-Eran 30 personas las que iniciaron, después se amplió el número. Ellos hasta certificaban Normas ISO en Córdoba, y luego tenían una metodología de las 5S que se amplió primero en Japón, el tema de la limpieza, el orden y demás… cosas de la empresa privada. Era increíble ver a todos, jefes y empleados comprometidos, había boletines todas las semanas, tenían más 74 proyectos…

-Cuando la ACC pasó a ser Ministerio, ¿la gente que la integraba siguió en los puestos, qué pasó?
-Es una buena pregunta que yo también hice, que fue ¿por qué desapareció la ACC? Si tenían programas exitosos. Fue una decisión de que los nuevos tiempos tendían a volver a las viejas estructuras, pero a una macroestructura, porque la ciencia y la técnica en Córdoba nunca fue ministerio; antes eran secretarías, departamentos, secciones… En un país a desarrollarse la ciencia es trascendente.

-¿En qué consiste la Nueva Gestión Pública?
-Omar Guerrero diría que la Nueva Gestión Pública es la endoprivatización del Estado. Ya pasamos la etapa de la exoprivatización del Estado, que fue la privatización, la tercerización, todo lo que expulsó el Estado hacia fuera de las empresas públicas para vender; pero como no se sació el Mercado, entonces, había que meterse en los procesos internos del Estado y había que mercantilizarlos.

-El reconocido politólogo Guillermo O’ Donnell te dirigió la tesis, ¿cómo fue su participación en tu trabajo y qué recordás de él?
-Desarrollé mi tesis en un año y cuatro meses aproximadamente, conté con el apoyo de la UNVM, sino no lo podría haber hecho. Recuerdo que en 2008 comienzo a mailiarme con quien fue un gran maestro y una gran persona que fue Guillermo O’ Donnell. Cuando estaba dando clases utilizaba dos o tres textos clásicos de él, y un día encuentro su mail y me decido a escribirle. Recuerdo que ese día no dejábamos de mandarnos mails, era un ida y vuelta, él estaba en Notre Dame (Estados Unidos). Yo deseaba conocerlo, pero quería que viniera a Villa María, que viniera a conocer a los alumnos de la UNVM, él estaba encantado. En 2009 viene a la Argentina a un inaugurar un congreso y por otro lado venía Omar Guerrero. Guillermo fue quien me dirigió la tesis, yo escribía y él me corregía y era quien me hacía llorar mirando la pantalla. Tuve la oportunidad de ir a su casa un par de veces, era una persona muy servicial, de un diálogo muy ameno, pero eso me dolió mucho que falleciera. Lo valoro mucho más como persona, sin desmerecer su capacidad intelectual que fue abismal; tiene una producción intelectual, que creo que fue el hombre argentino de la ciencia política más reconocido en el exterior.

-La última pregunta es consultar tu impresión sobre la UNVM.
-Creo que esta gestión le ha dado una impronta que no tiene parámetro de consideración, es un impulso impresionante, no solo en Villa maría, sino en el país entero. He tenido la oportunidad de viajar al sur y la reconocen, es impresionante… y en Córdoba ni hablar, todo el mundo sabe que es la UNVM. Esta Gestión ha sabido encontrar el lugar para tener reconocimiento y hacer cosas trascendentes, ya sea generar nuevas carreras, tener al Rector en el CIN, me siento muy orgulloso de estar en la UNVM. Ahora me doy cuenta qué es pertenecer a la UNVM; antes uno tal vez no se daba cuenta… tener reconocimiento de pares, docentes prestigiosos, carreras nuevas, en fin, creo que ha dado un salto cualitativo y cuantitativo sin igual y por eso estoy muy orgulloso.





(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 18 de diciembre de 2011.-

martes, 13 de diciembre de 2011

Sergio Basualdo. Un lugar llamado Villa Nueva


entrevista
SERGIO BASUALDO
Un lugar llamado Villa Nueva




Sergio Basualdo es hijo de Villa Nueva, lo dice orgulloso. Allí nació, creció y allí es donde vive en la actualidad. Años atrás estudió en Río IV el Profesorado en Francés, y trabajó en escuelas privadas de Villa Nueva, de Pozo del Molle… Luego la vida lo llevó para el sur, pero siempre volvió al terruño natal.
Actualmente se desempeña como preceptor del IPEM 275 y tiene a cargo unas cuantas horas de francés. Sin embargo, la pasión por la historia de su lugar, lo llevó a investigar el pasado y el presente de Villa Nueva. Cuando el sentimiento de identidad cala hondo, los esfuerzos personales culminan en beneficios para todos. Así sucede con “Un lugar llamado Villa Nueva”, libro que Sergio Basualdo ha presentado recientemente y en el que aporta una mirada actualizada de los barrios, de sus personas y de distintos espacios de nuestra vecina localidad. En textos e imágenes se presenta de manera clara y estructurada diversos aspectos que nos ayudan a comprender una ciudad.
Este sentimiento del que hablamos, esta pasión que como una llama movilizó a Sergio, tiene un aditamento adicional, y este es que el autor mantuvo una fructuosa amistad con el destacado historiador Pablo Granado, quien en cada encuentro le fue dejando de herencia el conocimiento y los consejos. Así el autor de “Villa Nueva. Un pueblo con historia” supo transmitirle a un amigo diferentes enseñanzas que Sergio supo capitalizar.
Así comienza nuestra nota de hoy, cruzamos el puente para conocer un poco más sobre este aporte fundamental para nuestra historia.


         Por Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com




-Además de ser docente, haz sido Director de Cultura de Villa Nueva, ¿qué nos podés decir sobre la cultura de esta ciudad y tu paso por la gestión gubernamental?
-En 1999 Marcelo Frossasco me convoca para elegir una comisión de gente relacionada con la cultura, él quería que fuera elegida por sus pares. Me eligieron a mí y Don Pablo Granado quedó como Director de Cultura Honorario. Yo ya lo conocía de antes, y él siempre me hablaba de una cosa y de la otra, me decía qué había que hacer y qué no, que tuviera cuidado con tales situaciones, etc… me dio muchos concejos. Él siempre me decía, mi libro llega hasta una determinada fecha, pero “hace falta una continuidad”. ¿Continuidad en qué sentido? le preguntaba yo. Él me respondía “vos te vas a ir dando cuenta”.
En 2001 falleció mi padre y no me podía dedicar exclusivamente a esto; estuve casi cuatro años de gestión. Tenía un grupo de gente que me ayudaba y dos personas que hacían de secretarías que fueron muy importantes para mí. En Villa Nueva podés encontrar las opiniones más disimiles, aquí hay gente que le gusta la música clásica, la danza clásica y el folklore, por ejemplo… hay que hacer un equilibrio. En la gestión veíamos que ciertas cosas eran necesarias, como crear un concurso nacional de poesía, porque la gente necesitaba expresarse; había certámenes, pero no estaban institucionalizados por el estado. Lo mismo como las artes plásticas, que había una demanda muy marcada. Se abrió un abanico muy importante, eso ha perdurado en el tiempo. Haciendo un balance ya con cierta distancia en el tiempo, nos damos cuenta que era necesario, hay gente de todo el país que participa. Tuvimos la buena idea de pasarlo por Concejo Deliberante, para que esto tenga continuidad, esté quién esté. La parte cultural no puede seré tomada por el intendente de turno.

-Muchas veces sucede que un nuevo gobierno derriba todo lo que se hizo en el anterior y de esa manera no es posible avanzar.
-Lamentablemente se piensa que la cultura es un gasto y no una inversión, lo veo también en educación. Lo veo con el idioma, los alumnos piensan que saber un idioma le da un plus para su formación; pero las autoridades piensan que no es así. El hacer idiomas les permite después el perfeccionamiento en diferentes miradas, diferentes campos, diferentes países… sobre todo con la Globalización. Es una inversión a futuro.

-En ese marco donde la cultura no ocupa el lugar que debería, ¿cómo surge la idea de hacer este libro tan particular?
-No soy historiador, ni profesor de historia; pero estas conversaciones que siempre tuvimos con Pablo Granado me ayudaron mucho. Él siempre dejaba ver que había ciertas cosas que se debían hacer, aunque a veces no me precisaba qué. En 2001 empecé a escribir notas sobre Villa Nueva. De a poco, caí en la cuenta de que lo que me quiso decir Pablo tenía que ver con los barrios; sobre eso no había nada orgánicamente escrito, cómo surgieron, etc… Mis notas las publicaban en revista “La Hoja de Villa María”, pero era acotadas por el espacio. Esta tarea me hizo ir a hablar con la gente, con los primeros pobladores… pero también tuve que hacer otras tareas como irme al Concejo Deliberante a ver que había sobre cada barrio (ordenanzas, venta de loteos, decretos, etc.).

-¿Cuáles son las particularidades de este libro?
-Organizar el libro me llevo nueve meses, empecé en enero… pero tengo material de 2001. Había cosas que me quedaban truncas y debí volver a las fuentes a indagar un poco más. Me pareció bueno no tocar nada de lo que fue la historia de Villa Nueva de Don Pablo Granado, que fue la parte histórica, antigua, los pueblos originarios, la fundación, etc. ahí estaba el punto de inflexión que hacía falta, de alguna manera, continuar. Este libro no es estrictamente la continuidad, pero contiene los hechos correspondientes al siglo XX. Quería que fuera didáctico, porque los chicos ven en la escuela la historia de los barrios. Me preocupé y me ocupé de indicar las primeras personas que habitaron, pero también qué quedó en el camino, como por ejemplo el club de fútbol de Barrio Floresta o la Radio Río del Barrio Residencial América, una radio muy importante en su momento y que después cerró sus puertas... Quería que quede plasmado en el libro para que la gente sepa que hubo tal cosa.

-¿Qué es Villa Nueva para Sergio Basualdo?
-Mi vida.
He tenido una infancia y juventud feliz en Villa Nueva, tengo parte de mi familia aquí. Siempre volver a Villa Nueva fue un placer, con sus cosas buenas y sus cosas malas. De adulto y de la mano de un intendente que depositó en mí la confianza para llevar a cabo un trabajo que aprendí con las mejores ganas. En esa tarea tuve una persona muy grande intelectualmente, como Pablo Granado, que me ha dado muchas lecciones de vida y gracias a él y la gente, pude cumplir satisfactoriamente la parte del funcionario. Cada persona podrá decir si fue o no fue así, pero yo me siento muy agradecido porque creo que no es común que salgas a la calle y que la gente te salude muy bien y que te digan que hiciste las cosas bien. Esas cosas te llenan, más allá de que te vaya bien en lo laboral y que no tiene nada que ver con lo que vos hacés. Tengo la satisfacción de ser villanovense. Villa Nueva me ha dado todo y creo que uno siempre vuelve a sus raíces y por eso le estoy muy agradecido.

-Y dejar un libro como éste es una manera de devolverle a la ciudad lo que te dio, ¿verdad?
-Exactamente, de alguna manera esta es una devolución hacia Villa Nueva y la satisfacción de que mi paso por la ciudad no ha sido en vano. Es una satisfacción personal, no busco la parte lucrativa, es devolver lo que a uno le han dado, como la Escuela Mitre, que fue allí donde aprendí mis primeras armas... Esta tarea me lleva mucho tiempo porque lo hago como un hobby, pero también como una catarsis, porque esto te da placer, es un cable a tierra.

Sergio Basualdo ha dado vida a un libro necesario, que pone un ladrillo más a la pared de la construcción de una ciudad en el mundo. Un ladrillo más que va creando ese muro invisible que nos pone a reparo del los fuertes vientos del olvido, vientos que se llevan las historias con la vida de sus pobladores y que si no son inmortalizadas con aportes como este, corremos el peligro de perder piezas fundamentales en la construcción de un pueblo. Piezas, que ayudan a armar un rompecabezas y delinear un camino hacia el futuro.







ZAMBA DE VILLA NUEVA
de Héctor Arnoldo Díaz


Despertando está el sol
bello es tu amanecer,
Villa Nueva de mi alma
perfume y calma
sueños y amor,
serenatas de amigos
de quién les digo
¡qué nobles son!

En tus noches de paz
bajo tu luna vi
patios color de antaño
que por tus años
los quiero más;
ventanales con rejas,
techos con tejas,
¡dulce cantar!

Frente a tu plaza está
majestuoso de amor
el Templo donde todos
oran y piden
con devoción;
es porque a Villa Nueva
no le ha faltado
la voz de Dios.

Palidece tu sol
si por tus calles van
tus mujeres hermosas,
dulces; graciosas,
cual un cantar;
Suaves como tu río,
con aire y brío
que hacen soñar.

Si me pongo a cantar
mi guitarra también
me recuerdan con pena
las horas buenas
que allá pasé;
tintillo, asado tierno
en el fraterno
rincón de Alem.





(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 11 de diciembre de 2011.