domingo, 13 de noviembre de 2011

Daniela Díaz. Arte para vestir

entrevista
DANIELA DÍAZ
Arte para vestir





Su mamá le dio el nombre de Daniela, en honor a una canción de Víctor Heredia.
Como presagiando los rumbos de nuestra entrevistada de hoy, el cantautor argentino decía en “Dulce Daniela”, “ella decide cuando es de día / ella maneja el sol / anda pintando toda la casa / con trozos de crayón”.
Hace poco, releyendo los versos de esa canción, Daniela Díaz se sorprendía a sí misma; porque acaso sin buscarlo, el dibujo y la pintura, se convirtieron en la manera de exteriorizar todos los sentimientos que deambulaban en su interior. Daniela dibuja, pinta, hace graffitis, escribe, diseña… y lo combina con la ejecución y el estudio por la composición musical.
Trabajó en relación de dependencia durante poco más de diez años, detrás del escritorio de una farmacia o renegando en los “cybers”, cuando éstos eran el furor de la novedad. Es de Córdoba, pero pasaba la semana en Villa María para poder concurrir a la universidad. Regresaba los fines de semana para trabajar y así poder cubrir mínimamente sus gastos. El trabajo en negro, el trajín que no daba respiro, fue calando de a poco hasta que decidió arriesgarse, dejar el trabajo “seguro”, y emprender su propio microemprendimiento diseñado personajes que pinta de manera artesanal en remeras y demás superficies.



                                                                                                                              
Por Darío Falconi
Fotos de:
Valentina Lobo Ponticelli
Lucía Puiggrós



“Me decidí, dejé el trabajo seguro para probar con esto que sé hacer y que me gusta. Al final, ¿el objetivo es llenarte de plata? No.” Daniela, nos ceba un mate y nos cuenta que la idea primigenia era ser escritora, por eso cuando tenía unos 10 años concurrió a un taller literario del reconocido escritor Juan Coletti. También hizo algo de pintura, “15 minutos” según sus palabras; pero nunca le dio importancia. De niña no jugaba, veía televisión, leía, dibujaba y escuchaba cuentos en la voz de su abuelo. Más adelante en el tiempo, en la soledad de una farmacia, en los agobiantes veranos, cuando no hay clientes, rayó papeles y así empezaron a salir cosas que hasta ella misma desconocía.
Se compró un anotador en el que en poco tiempo lo completó vinculando la palabra con la imagen. Se convenció de que “en el arte, no importa la técnica, no importa lo que está alrededor; importa que tengas algo qué decir.” Era como una erupción, un incisión en su interior por la que empezó a brotar sin pausa diversas creaciones. Daniela recuerda dibujar en su casa, en la universidad, en el colectivo y hasta caminando… “me agarró un ataque, no podía para de dibujar”. Se le terminó el anotador, compró hojas más grandes, empezó con las acuarelas y combinó diferentes técnicas motivadas por esa energía interior.


REMERAS ÚNICAS
En la actualidad, Daniela “sobrevive” con la venta de sus remeras estampadas, resultante de las ideas de clientes y la originalidad de sus diseños. Como todo pequeño microemprendimiento “Tienda Pantufla” comenzó con los amigos, luego vinieron amigos de amigos, la promoción en redes sociales y su página web (www.danielaveronica.com).
La tarea no es fácil, porque es ella quien debe hablar con el cliente, comprar los materiales, diseñar, pintar, hacer la publicidad, vender y todas esas actividades y roles que una empresa unipersonal requiere.
Sin embargo para Daniela, si bien necesita la venta de sus productos, su objetivo principal no es hacer un comercio de todo esto, es necesario…; pero su centro principal está en dar a conocer sus diseños, sus propios personajes y darle lugar a sus creaciones.
Una de las características de los diseños es que la artista se enfrenta directamente con la prenda de vestir y plasma con pintura (sin previo dibujo) la idea que en ese momento se le ocurra. “Lo que es materia prima lo voy comprando, lo pruebo y lo voy viendo, aún tengo algunas pinturas de mi abuela que usé para empezar. Cuando hice el primer stock de remeras, diseñé un par de personajes, un pulpo mezcla con divinidad hindú, el gato gigante que ataca la ciudad y otros. (…) Es muy extraño que a la gente le guste algo que vos pintás, yo pertenezco al mundo de la música, por el estudio que estoy haciendo y el contacto con los demás compañeros… y el músico está muy a la vista porque lo que estás haciendo lo hacés en ese momento. Yo soy una persona muy tímida y me da un poco vergüenza, es loco, porque el hecho de que vos pintés, así sea que lo pongas en una remera o en una museo, podes irte de ahí y ver la reacción desde otro lado, es como que me relajo mucho más.”


OTRAS INCURSIONES
Además de las remeras que pueden apreciarse en las imágenes, nuestra protagonista realiza otras intervenciones con formas y colores. Una de ellas son los graffittis que “es como acercar el arte de cada uno para cualquier persona y en cualquier lado, a cualquier hora… y eso está bueno porque hay mucha gente que ni se le ocurriría ir a un museo a ver una pintura, pero sí lo ve en la calle. Hay gente que un domingo no sabe qué hacer y un museo, por ejemplo, no está en esas posibilidades… ni lo piensan.”
El ”street art” o arte callejero hace referencia a toda manifestación artística que se realiza en espacios públicos, como paredones, postes de luz, plazas, calles… En nuestra ciudad hemos tenido algunas expresiones de este tipo; pero se realizan de manera esporádica. En las grandes urbes como San Pablo, París, Barcelona, Toronto, es cosa de todos los días. Daniela, también ha hecho su aporte, creando dibujos que luego pega en diferentes superficies… cuando el arte ataca, lo puede hacer en cualquier momento, hora y lugar.
La Licenciatura en Composición Musical con orientación en Música Popular, que se dicta en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María ha servido de polo convocante de artistas de diferentes lugares del país y del exterior. Daniela es alumna avanzada de la misma y tiene su propia banda de música llamada “Lady Magnum”. Un trío femenino de rock alternativo combinado con los estilos y géneros más diversos como alternofunk progresivo, techno punk sinfónico con new power, heavy, pop, trash, indie y mucho más. Este proyecto musical se encuentra asentado en Córdoba, pero seguramente se ha nutrido con los conocimientos del estudio diario de la música.


ARTE Y ARTESANOS
En su alocución Daniela nos relata su incursión en el arte y se plantea varias cosas. Dice que “hay una división entre lo que es artesanía y el diseño de autor. En el paseo de artesanos hay un público diferente, hay macramé, hay de todo… en cambio en la tienda de diseño va otro público…no sé porqué, pero da la impresión de que tu producto se enaltece. Lo que está bueno es que estás vos y hay gente que toca la guitarra, otro hace tela, hay payasos, obras de teatro, hay una banda tocando y pasan muchas cosas… se da mucho en Córdoba. Acá no veo que pase eso, veo artesanos y nada más.”
Cuando le consultamos sobre el panorama artístico en Villa María, nos responde que “hay mucha movida, pero a su vez me parece que esta todo muy aislado. Hay muchos músicos que además escriben o pintan y muy bien, y de casualidad te enteraste… Creo que no hay conexión entre los que pintan, los músicos… se me ocurre hacer como un café literario en la costanera, en la casa de alguien, donde sea, en donde el que sepa pintar que pinte, el que escribe que escriba y lea, etc… Me parece que a partir de allí aparecerían intervenciones artísticas en la calle y en muchos lugares. La idea es juntarse para hacer proyectos conjuntos, estimularse uno y retroalimentarse. Este lugar no está, no existe el semillero donde se junten los artistas de manera informal y a partir de esas juntadas puede que salga algún evento conjunto.”


ELVALOR DEL ARTE
Daniela nos cuenta que en la ciudad hay pocas propuesta de diseño y que los productos que se encuentran, en su mayoría, los traen de Buenos Aires. Esto otorga un plus a su trabajo, otro valor agregado. “Gracias a Dios, nunca alcanzo a hacer stock de las remeras, porque las vendo antes; pero sería bueno llevarlas a galerías de arte y otros lugares.”
Si bien las remeras que realiza Daniela las vende a un precio accesible, ella es conciente de que su trabajo vale mucho más; “hay que respetar un arte como el otro. Yo vendo mis remeras más baratas de lo que deberían costar, por el tipo de trabajo que tienen.” Cada prenda lleva todo un trabajo, de muchas horas o varios días, que muchas veces no se refleja en el precio que se vende; “sin embargo ninguna de las cosas que elegí, las elegí pensando en la plata. Me gusta hacer lo que hago y cuando pueda apostar más, lo haré. Me gustaría tener mi propio local de arte, para vender más cosas que las remeras pintadas. Quiero ser mi propia jefa y que me conozcan por las cosas que hago.”



Ojalá que notas como ésta, alienten a los muchos artistas que trabajan incansablemente en la sombra del anonimato. Queremos dar a conocer sus trabajos, que se conozca lo que hacen, para poder difundirlos y apoyarlos.






(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 13 de noviembre de 2011.-