domingo, 29 de enero de 2012

Lecturas de Verano 2012 - Cuarta entrega


LECTURAS DE VERANO 2012
Cuarta entrega


Poesía y narrativa se conjugan este domingo para entregarles a ustedes un rato de esparcimiento y lectura. Tres autores más nos acompañan, dos experimentados poetas esgrimen los versos de sus últimas publicaciones en tapas duras, mientras que un joven estudiante de letras de la ciudad, nos obsequia una de sus narraciones.
Hablamos de Rolando Revagliatti, Alicia Perrig y Daniel Rodríguez. Damos un rápido repaso por su quehacer literario y nos abocamos, ya sin más demora, a leer sus obras.
                    

Darío Falconi




POESÍA DE ANTOLOGÍA
Rolando Revagliatti

Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, ciudad en la que reside.
Ha publicado en soporte papel (entre 1988 y 2009): “Obras completas en verso hasta acá”, “De mi mayor estigma (si mal no me equivoco)”:, “Trompifai”, “Fundido encadenado”, “Picado contrapicado”, “Tomavistas”, “Propaga”, “Ardua”, “Pictórica”, “Desecho e izquierdo”, “Sopita”, “Leo y escribo”, “Del franelero popular”, “Ripio”, “Corona de calor” (todos ellos de poesía); “Las piezas de un teatro” (dramaturgia); “Historietas del amor”, “Muestra en prosa” (cuentos y relatos); “El Revagliastés” (antología poética personal), “Revagliatti – Antología Poética” (con selección y prólogo de Eduardo Dalter). Excepto “Historietas del amor”, cuentan, además, con ediciones electrónicas, así como también sus cuatro poemarios inéditos en soporte papel: “Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo”, “Infamélica”, “Viene junto con” y “Habría de abrir”, disponibles gratuitamente para su lectura o impresión en http://www.revagliatti.net
“La obra poética de Rolando Revagliatti (Buenos Aires, 1945), por lo menos la que nos motiva a este trabajo, se vivenció y escribió en el lapso que va desde la aprobación de las leyes de obediencia debida y punto final (mes más o mes menos) hasta la anulación por brutales e increíbles, y aún algunos tramos más acá. O sea, en años en que la democracia turca, o virtual, o como se le llame, dejó un pozo, entre el cablerío cortado y la pared caída. (…) Rolando Revagliatti, un poeta de flores, un poeta en los límites, un poeta dramático.” Este es un extracto del prólogo que Eduardo Dalter ha hecho de “Antología poética”, libro que además fue resultado de la selección de piezas entre quince poemarios y escritos inéditos.


NARRATIVA JOVEN
Daniel Rodríguez
                        
Daniel “Laucha” Rodríguez es un joven estudiante de Lengua y Literatura del Instituto del Rosario. Hace nueve años se desenvuelve en el mundo de la radiodifusión. Participó en la conducción y musicalización de los programas: “Contacto deportivo”, “100% Música”, “Departamento deportes”, “Festival de Peñas Villa María 2008”, “Tu música”, todos ellos en Radio Libertad, más “Panorama de noticias” que además de transmitirse en la mencionada emisora, se reproduce también en Fm Conexión. Se le suma a esta actividad, diversos eventos en donde participó en la musicalización, o bien en la animación de los mismos.
En medios gráficos su tarea comenzó en 2006 participando de: “Mentes baldías”, “La columna del Laucha”, “Cristales”, apariciones en "Elefante", publicación poética a cargo de Rodolfo Schmidt; presentó en la Ciudad de Córdoba el folletín "Afirmando lo inexistente"; Presentó diversos eventos multi-artisticos mostrando la radio en vivo; escribió y dirigió la obra teatral “Para Normal: El origen” expuesta en “La Sala Mandra” durante el año 2011 con Roxana Sella y Laura Gómez; además de participar en la publicación del fanzine "Excepción tripolar" junto a otros autores locales. Fue nominado en diversas ocasiones por musicalización y animación en los premios "5900". Actualmente conduce "Panorama de Noticias" por FM Conexión 88.9 MHz - Villa María



POESÍA LIBERADORA
Alicia Perrig

Alicia es profesora de inglés, poeta, escritora, narradora oral. Coordina el Taller de Narradores Orales de Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). Se ha desempeñado como capacitadora de la Red Provincial Docente Continua. Creadora del Encuentro de Narradores Orales “Villacuento” que organiza desde la UNVM. Crea y dirige espectáculos de Cuentería que presenta en escuelas, bibliotecas, ferias de libros, hogares de niños y ancianos, cárceles, cafés, teatros y festivales. Coordina su propio taller de escritura creativa. Obtuvo numerosos premios a nivel nacional e internacional e integra más de diez antologías. Publica en diarios, revistas y blogs del país y del exterior. Algunos de sus poemas han sido traducidos al catalán, inglés y alemán. Accede a su primer poemario “Pecado original”, tras obtener el 1° premio en el Concurso Internacional de Poesía “Victoria Siempre 2007”. El 7 de febrero próximo presentará el espectáculo de narración oral para adultos “Más de una voz”, en el marco del ciclo de verano de la Biblioteca Mariano Moreno en Villa María.
Gustavo Tisocco dice en la contratapa “Un poemario donde la vulnerabilidad, la infancia, el tiempo pasado corroído por la desazón y el desamparo increpan al lector poseyéndolo, haciéndolo partícipe de las antiguas heridas que hacen mella en la autora, pero que nos abarca como si fuésemos los principales autores de esta obra. Porque mucho de lo que le aqueja a Alicia nos aqueja, mucho del tiempo del tiempo de ella es nuestro tiempo y todos, de alguna manera, somos huérfanos en este vendaval que es la vida”.



 



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EL AMOR SOBRE RIELES
inédito
Daniel “Laucha” Rodríguez
                    
Llegamos entonces a casa. Era en un ancho boulevard que se abría paso entre altas palmeras. Leticia preparó dos tazas de café mientras nos besábamos y nos sentíamos orgullosos –de forma implícita– de las vueltas de la vida. En una radio contigua a la habitación, que permaneció encendida desde antes de nuestra llegada, sonaba un viejo jazz que me recordaba a una noche en Chicago.
Luego de beber café, de sabor colombiano, y de entregarnos de lleno a todo tipo de deseos, decidimos intercambiar nuestros números celulares, decirnos nuestras ocupaciones: actualizarnos, para ser más concreto.
La verdad es que ése momento -para mí, al menos- fue de una inexplicable magia, algo así como el inconsciente apuñalando al consiente. Caí en la cuenta de que existían momentos exactos en los cuales el hombre requiere de su mayor lucidez, para comprender mejor la fugacidad.
A la mañana siguiente nos despertamos sólo porque la luz del sol nos dio en el rostro. Acto seguido ella preparó una exquisita pasta y me habló acerca de sus antepasados italianos, de un árbol genealógico bastante extenso. Yo asentí durante toda la charla, con un dejo de desinterés. Luego le conté un poco acerca de mi linaje. Sentí una vez más de que todo camino estaba predestinado, que por fin las cuerdas se movían como a mí me gustaba.
Tras almorzar, y tras esa breve charla, decidí musicalizar el ambiente y de esa forma su gran salón comedor se vio envuelto por la cautivante música de Liszt. Los acordes volaban por el aire de aquella habitación color ocre.
Pasaron un par de horas -aquellas somnolientas de la sobremesa- y ella decidió marcharse rumbo a su trabajo. El gran reloj que colgaba en la pared marcaba el número seis. Salió luego de acomodarse un poco el pelo y perfumarse con algunos azahares. Yo, por mi parte, prometí esperarla.
La verdad es que ahora, volviendo al presente, dejando de evocar, no estoy seguro de que se llame Leticia ni que viva en un gran boulevard. Lo cierto es que aquella rubia que acaba de subir al tren tal vez no vuelva a verla jamás. Y otra vez me pierdo en proyecciones, otra vez me ahogo en pensamientos a futuros, otra vez pienso en amor, y otra vez veo pasar frente a mis ojos una historia de amor que no sucederá jamás.
Lo cierto es que nunca la conocí y que tampoco vi hacia dónde se anunciaba su viaje.
Me he habituado a confundir posibles futuros con duros presentes, me he habituado a no mover las piezas y dejarme ganar una vez más.
Mientras tanto, sigo esperando mi tren, espero que no se me haya pasado. Las horas siguen cayendo unas sobre otras en Rosario.


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DESPREVENIDA
de EXCARCELADA
Alicia Perrig      
                    
Se pavonea
la luna
sobre el lomo perezoso del río

destila el viento

la noche
revuelve
los harapos de la orilla

dos pescadores
rescatan
en sus redes amanecidas
una agonía
redonda de cenizas.


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VENTAJA
de EXCARCELADA
Alicia Perrig           
                    
Si le pusiera un camisón rosa
Si le encintara el pelo
y la dejara caminar
                   descalza
                   sobre la arena tibia

si le diera un plato de sopa caliente
un té de hierbabuena con azúcar quemada
una manta tejida con manos de abuela
tal vez
se quedaría dormida
                    la tristeza
                        aquella noche

profundamente dormida

y yo le llevaría

           una noche de ventaja.


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MUÑECA CIEGA
de EXCARCELADA
Alicia Perrig           
                    
El largo vestigio de la infancia
arrastró una muñeca
que tardó una vida
        en cegar
             el vidrio de sus ojos.



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ALBAÑILERÍA
de ANTOLOGÍA POÉTICA
Rolando Revagliatti
                    

Construyo
                  durmiendo
sólidas paredes
                              con rajaduras
a través de las cuales
                                       me espían.


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SI TE MORÍS
de ANTOLOGÍA POÉTICA
Rolando Revagliatti
                    

Si te morís con los ojos abiertos
                                                           sonaste:

ni en sueños
                        volverás

a pestañar.


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ASEVERACIÓN DE QUIEN SO SABRÍA EVITAR
SU APEGO A LA VIDA QUE YA TIENE
de ANTOLOGÍA POÉTICA
Rolando Revagliatti
                    
Si a elegir me dieran la chance de volver
a nacer quisiera
o no quisiera?

respondería que lo que quisiera es no volver
aún otorgándoseme la posibilidad
de elegir la precisión de ser
el que básicamente ya soy
u otro

refrendaría que lo que quisiera es no volver
de ningún modo compatible con el sufrimiento
humano
animal
o botánico

y que con esta vida ya está
me conformo
cometí la experiencia
y que estoy
muy cansado.



  
 (*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País,
Villa María, Córdoba, Argentina, domingo 29 de enero de 2012.

domingo, 22 de enero de 2012

Lecturas de verano 2012 - Tercera entrega



LECTURAS DE VERANO 2012
Tercera entrega


Tercer domingo de lecturas literarias. Regresamos a la poesía de la mano de tres escritores y tres poemarios. En primera instancia Fabiana León y su último libro “Comensales”, seguidamente desde La Pampa Miguel de la Cruz con su “Es lo que no sé” y como postre Susana Zazzetti con “No me nombres”.
Tres experimentados poetas nos dejan sus versos en este domingo para el deleite de nuestros lectores.
Recuerden que aún hay tiempo de enviar sus escritos a eldiariocultura@gmail.com
Que los disfruten.

  
Darío Falconi




POESÍA SERVIDA
Fabiana León

Fabiana León es licenciada en comunicación social y se dedica a la docencia de nivel medio y superior. Nació en la ciudad de Oncativo, pero desde 1989 reside en Villa María.
Publicó poemas en la serie “Los Nuevos de la SADE Villa María”. También en la revista  Compartiendo, El Diario del Sur de Córdoba y en el Corredor Mediterráneo, suplemento cultural del diario Puntal Villa María. En 2002 integró “Antología Plural”, editada por SADE y 2003, “Territorio de la Memoria”, antología narrativa. Al año siguiente presentó su primer poemario, “Bocado Infinito”, edición de autor y en 2009, “Para nombrar eso” (integrado por los poemarios Poder, Nena y Tarosías, edición artesanal). También editó un par de plaquetas en homenaje a Edith Vera: “Humanos” y “De sus versos brotan alas y alas”. Actualmente participa del taller Paco Urondo, coordinado por la poeta Susana Giraudo, con el cual publicaron la antología poética “ArreMolina” en 2010. “Comensales” es su cuarto poemario; el tercero “Diamantes posibles”, aún no ha sido editado.
La poetisa nos invita a la mesa, quiere que seamos sus comensales. Ella ha preparado el menú para nosotros y quiere que lo degustemos. A veces la mesa estará vacía “espumadamente / sola / ligeramente y sola”, en ocasiones se sentarán a ella gente mísera de la que heredamos “las ganas de roer / de tanto / saltar cabezas / pisar acuerdos / licuar verdades”; también la mesa será lugar para las diferencias, para los lamentos y las imposibilidades; “podría recitar / un poema / saltar la tapia / del insomnio / dibujar un barco / y escapar / pero sólo tengo / este grano de arroz / donde escribí tu nombre.”
Fabiana León esgrime su lenguaje de escasa ornamentación y poderosa contundencia, en el que nos ofrece en 24 piezas poéticas, escenas de una vida cotidiana que muchas veces sangra, llora, ríe, encoleriza, ironiza y en el que hay lugar también para otras sentimientos como el erotismo; reza el poema 15 “Abrís la boca y / como un grano / de pimienta / brota el fuego // así vas hacia / el bocado / urgente // no se resiste / entra en contacto / con tu lengua / se hamaca en ella // y me dejo comer.”
Bon appétit, invités…
                       
                                                                              
DESIERTO, PAMPA, POESÍA
Miguel de la Cruz

Miguel de la Cruz nació en Santa Rosa, La Pampa. Vivió en el campo y en Anguil; aunque después regresó a su ciudad natal y permaneció allí hasta la actualidad. En alguna oportunidad ha manifestado, “he vivido percibiendo más aire que tierra, ya que el cielo, el viento y el polvo están bastante por encima del suelo en la pampa seca; la línea de horizonte es muy baja. Publiqué un par de libros, pero por ser de tiradas reducidas y de poco alcance a nivel de lectores, se puede decir que soy un escritor inédito.” Esos libros son “Vuelo plural”, edición colectiva (1980), “Desde la trampa” (1981), “Poemas regionales” (1987), “Guía de ausencia” (1994), “El sendero sin bordes” (2003) y recientemente el poemario publicado por Ciprés Ediciones titulado “Es lo que no sé”; texto que nos hiciera llegar el autor, desde el cual extrajimos los poemas para esta edición. Además de libros, publicó notas en suplemento cultural “Caldenia” del diario “La Arena” y en la revista literaria “Museo Salvaje”, de La Pampa.
Sobre “Es lo que no sé”, nos dice el poeta Marcelo Dughetti en el prólogo, “si como decía Sartre ‘el autor inspirado es en lo más profundo otro distinto de si’ no sorprenderá que les diga que en este libro no podrán tocar a un hombre. Miguel de la Cruz no les revelará su naturaleza porque convive con lo sagrado sin levantar perdices.” Por su parte, el escritor Nicolás Jozami, advierte, “se requiere cierta entrega para ingresar a la poesía de Miguel de la Cruz. Pero a cambio de mucho. Sus poemas se leen como quitando el celofán que recubre y limita nuestras percepciones. Existe una tendencia unitiva, armónica, una concepción que rige el cuadro, la plástica que describe el autor. Hay un lenguaje de los objetos, y del propio poeta, donde late una musicalidad como imperativo de un símbolo y de una reconciliación. Una necesidad y una crítica. ‘Ser isla es emergencia de un océano’, detalla de La Cruz, como si exclamara que una fuga en un rincón de nuestra humanidad siempre es puerta hacia el reclamo de una ubicuidad sagrada en nuestra comunicación con el mundo.”
El sexto libro de Miguel de la Cruz se define por la incertidumbre, “Es lo que no sé” no da certezas de lo que le pasa al hombre, si plantea preguntas, inquietudes, formas lingüísticas que nos dejan en suspenso, como la niebla que flota sobre la superficie y se mantiene al igual que los versos del poeta pampeano. Versos, de largo aliento, que brotan sin pausa hasta mojar cada página de este poemario. El mismo autor dice sobre el título, “una expresión para lo que no hay respuestas, lo mismo que interrogar un desierto.” Un desierto que tiene más de lo que aparenta, sólo hay que saber clavar nuestras manos en esas arenas y tratar de retener entre nuestros dedos la multiplicidad de sentidos que pueden encontrarse. Del mismo modo, De la Cruz, dice en el poema “Ser isla”, “con cada ola viene un naufrago. / Con cada naufrago, una historia / que se repite demasiado / para que sea verdadera.” Esta es la historia que nos cuenta Miguel de la Cruz, y hoy la comparte con nosotros.


POESÍA Y REALIDAD
Susana Zazzetti

Es Profesora en Lengua y Literatura. Dirigió el grupo de Teatro Leído “Candilejas”. Coordinó “Antología plural. 33 poetas”. Vicepresidente de SADE a cargo de la presidencia en los años 2000-2002. Conferencista. Intervino en trece antologías poéticas y publicó en diarios locales, nacionales y uruguayos. Coordina su propio Taller Literario. Ha merecido diversos premios y menciones. Publicó: “Un vuelo de gaviota” (2006), “Cuando todo el silencio era mío” (2008), “El hilo que sostiene” (2010) y “No me nombres” (2011). En octubre de 2010, con el Grupo Paco Urondo, al que pertenece, publicó “ArreMolina. Siete poetas”.
Olga Cabrera Ladú dice sobre los versos de ArreMolina, “la poesía es el único lugar en que cada uno se concibe a sí mismo”, y yo adicionaría “a sí mismo… y a los demás”. Es que en “No me nombres”, el nuevo poemario de Susana, la mirada se amplifica, sale de ese yo poético y personal para ser un yo empático, solidario si se quiere, en el que la mirada del otro está presente. Es así como la poeta transmigra en cuerpos y almas de personas que transcurren su vida con las realidades que les tocó en gracia. A veces, la poeta es una ama de casa, en otras la sangre de un albañil corre por las venas de unas manos resquebrajadas por la intemperie, en ocasiones se mete en el delantal blanco de una docente o en el que usa un médico que no retiene nombres ni rostros de sus pacientes… en fin, quienes conocemos el historial bibliográfico de Susana, sabemos que cada libro es un peldaño que sedimenta el próximo y podemos percibir el crecimiento de una poeta que madura a la par de la persona.
La poesía conduce la vida de la poeta, la libera de los miedos, de las angustias, del pasado turbulento de esos días de sofocación y despeja el sendero que ha de transitar cotidianamente. No es una poesía terapéutica, pero no me caben dudas que la escritura de estos versos, son un parámetro a seguir, un pilar que nos ayuda, un hilo que nos sostiene… Los versos de Susana son puntadas cada vez más certeras en ese multicolor tejido de la vida.
“No me nombres” es un universo en el que se conjugan las realidades “de otros” y las “de mí” (las de la poeta), así como el ying y el yang, como el blanco y el negro, en esas dicotómicas fuerzas que nos equilibran, de esa manera se compone este libro, quizás, a mi juicio personal, el más orgánico y mejor logrado de Susana.
 La mirada del mundo se construye con la voz de la poeta, es ella quien nos canta los aciertos y las miserias del hombre actual, en un lugar en donde la desesperanza se instala cada vez más cómodamente; la autora nos llama a la reflexión, nos pide unos minutos para tocarnos las fibras más intimas, para recordarnos que somos seres humanos, que sentimos, que amamos y que odiamos. Es así que la poesía nos ayuda a seguir siendo hombres, no permite que se obstruyan los poros de sensibilidad, nos da ese oxígeno, esa luz, nos tiende esa mano que necesitamos.
La literatura sólo es una y se reescribe a cada segundo con los pequeños aportes, que en cada época hicieron, hacen y harán los poetas. No creo solamente en los autores como individuos, creo en la literatura como un espacio cooperativo, como un gran libro conjunto, en el que nos describirnos e intentamos entendernos en este mundo.
Si lo prefieres Susana, que no te nombren, pero que no dejen de leerte.

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2
Fabiana León

El silencio
que espejan
las uvas
se rompe
cuando las mordés

no es sólo
el dulzor
derramándose
en la boca
es la piel
que se quiebra
y los pequeños
corazones
arrojados
lejos
de la carne.


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24
Fabiana León

Todas las veces que viví
escribí poemas con sangre de talones
saliva en la garganta
odio apresado entre las manos

seguí a contrapelo de las ganas
siempre atenta a la necesidad del conjunto
nada que cualquier mujer no entienda

no espero monumentos
rosas ni fantasmas
sólo memoria de lo que olí
perdí y busqué
en este porfiado modo de resistir
sobre las trampas.


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18
Fabiana León

Se miró sobre el filo
del cuchillo
arregló su pelo
revisó el rouge
se supo bella

y a las cinco
de la tarde
hundió el tramontina
                  sobre el pecho.


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Como noche y día
Miguel de la Cruz

Todas las noches dejo sola a mi cama
como si trabajara de sereno
y volviera al otro día,
a hacerle la siesta.

La encuentro tan fría o tan caliente
bajo el techo amenazador,
que me culpo por las noches
que le hago pasar.

                                 Cama cerca del techo,
                                 ¿dejada a esa altura por un sueño
                                 que tuve con ella?

¿Qué espera?
¿Que la ponga en la tierra
como a las tablas de una tumba?
¿Que retome el sueño
que quedó entre los dos?

       Preguntas por mirar un techo.

                         ¿A qué hora se despierta mi cama?
                         ¿Cuando vuelvo o me voy?   

Mi cama es un suspenso
a la altura de un dios.
Día y noche coinciden en ella.
Es mi horizonte, el vapor del buey,
alba y ocaso de la vida es sueño.

Cama soñada por los que trashuman
diásporas a ras del mundo,
opia de pueblos,
camalota,
hay un momento de agua en toda cama;

mi cama toda, qué fe me das cuando me estoy cansando,
harto de mí, pasado de otros.
Yo te ofrezco mi cuerpo
y me voy a dormir;

cama que me desprende de la carne,

cuida mi ofrenda hasta que vuelva
y despierte tendido
como si siempre hubiera estado allí.
Da cuenta de mi alma,
que me he rendido.
Sé noche para el día.


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El gran can
Miguel de la Cruz

Mucha gente fue perro.
Gato, poca.
Y menos, caballo.
Planta, casi ninguna.

La mayoría, perros.
La más doméstica.



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8 (de otros)
Susana Zazzetti

cura con yodo
y algodón
la herida que supura y sangra.


no pregunta el nombre.

después
se quita el guardapolvo
y extrae del maletín
el recetario
donde anota el remedio

para un rostro que no
                                       miró.


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3 (de mí)
Susana Zazzetti

mañana
no estaré.
seré
        puntilla en una almohada.
        mano que acarició dos hijos.
        planta de ruda
                                  en la ventana.


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10 (de otros)
Susana Zazzetti

puntada tras puntada
hilvana el tapado de paño verde.
en la radio un periodista
anuncia la inflación del mes.
parece que el maíz y la cebolla
siguen jugando
a laberintos
con los niños de las villas.
las manos
siguen ahí
uniendo con sus dedos lastimados
esa tela
que abrigará otro cuerpo.



(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 22 de enero de 2012, Villa María, Córdoba, Argentina.

domingo, 15 de enero de 2012

Lecturas de verano 2012. Segunda entrega



LECTURAS DE VERANO 2012
Segunda entrega



Continuamos con nuestras “Lecturas de Verano” de este año. En esta oportunidad la narrativa de manos de un joven escritor. Su nombre, Marco César Gaitán, un operario de una reconocida industria láctea establecida en James Craik. Aunque nació en Villa María, el 8 de mayo de 1978, siempre vivió y vive en la vecina localidad de Villa Nueva.  En 1996 co-editó la revista “Creatividad Cero”, de la que salió a la calle solamente un número. “Suerte y destino” es su primer libro de cuentos de reciente publicación. Una serie de disímiles relatos que se ordenan bajo alguna de estas dos posibilidades, muchas veces, no seleccionables. Dice la contratapa del libro “Suerte o destino, esa es la cuestión. Cualquier suceso en la vida puede ser definido como alguna de éstas dos opciones, pero es cuando suceden eventos trágicos o la supervivencia milagrosa a un accidente cuando ésta cuestión entra en su máximo fulgor.
En éste libro encontrarán una serie de cuentos, en donde los personajes se verán involucrados en situaciones ambiguas y complejas, quedando a criterio del lector definir si ha participado la suerte o el destino."
De esa publicación, hemos seleccionado uno de los relatos en el que la realidad se mezcla con la fantasía al punto de llegar a lo increíble. Pero no nos adelantaremos, lo dejamos a usted lector, que descubra esta invasión de manos de Marcos Gaitán.


Darío Falconi
Fotografía de Anibal Galdeano
Ilustración de Fernando Ormeño

LA INVASIÓN
Marcos Gaitán


Estoy muriendo. La infección ya se ha adueñado de mi cuerpo. Sé que me quedan pocos minutos de vida, pero en estas pocas líneas trataré de narrarles lo que sucedió en la invasión.
Desde hace mucho tiempo somos la raza dominante del planeta. El mismo se encuentra en la tercera órbita desde la estrella más cercana y cuenta con un hermoso satélite. Sus condiciones climáticas han permitido que proliferara una gran diversidad de seres vivos, tanto de origen vegetal como animal. Y nosotros hemos sabido utilizar los recursos naturales para poder desarrollarnos, sin destruir el medio ambiente.
Éramos una sociedad pacífica que vivía en armonía. Pero un día comenzó el fin. Desde el gran cielo celeste se aproximaban dos bolas de fuego. Al principio pensamos que se trataban de dos grandes asteroides, pero no. Eran dos grandes naves alienígenas. Y antes de que pudiésemos reponernos de la conmoción de saber que no nos encontrábamos solos en el universo, emprendieron la destrucción de nuestras ciudades. Pero no nos quedamos de brazos cruzados, le dimos batalla. Y así, de la nada, se dio inicio a una guerra que duraría cinco largos años. Una guerra por nuestra supervivencia.
En el tiempo que duró la lucha, pudimos conocer a estos seres desalmados. Físicamente eran similares a nosotros, pero tan diferentes. Aprendimos su dialecto y sus costumbres. Eran criaturas que viajaban de planeta en planeta, hasta descubrir uno con las condiciones que le permitieran vivir. Si hallaban vida inteligente la exterminaban y comenzaban la explotación de los recursos naturales. Una vez que los agotaban, seleccionaban a los más capaces y emprendían un nuevo viaje de búsqueda.
La exterminación era completa. Cuando lograban apoderarse de una ciudad, unas máquinas a las que llamábamos desintegradores, se encargaban de que ningún rastro de nuestra civilización lograra subsistir. No tomaban esclavos, eliminaban a todos, incluso a los pequeños niños.
Ni siquiera criaban a sus hijos. Simplemente colocaban a un macho y a una hembra en una especie de cápsula de crecimiento. Ésta los alimentaba y los protegía. Y hasta los educaba. Una pantalla conectada a una caja de almacenamiento de información, era le encargada de enseñarles sobre su cultura. No teníamos posibilidad de detenerlos. Pero cuando solo quedaban en pie pocas ciudades, la codicia, uno de los tantos defectos con los que contaban, se hizo presente.
Se comenzaron a atacar entre sí las dos naves, seguramente por cuestiones de poder. Si se destruían entre sí por más poder, que clemencia podían mostrar hacia nosotros. Hasta que finalmente, una se hundió en el océano. Esta situación nos permitió conocer las debilidades de sus naves e iniciar la confección de un plan que los destruyera. El tiempo se agotaba. Mi ciudad era la única que aún no había sido destruida. De millones que éramos, solo quedábamos con vida unos pocos miles. Pero aún presentábamos lucha, aunque todo parecía perdido, hasta que uno de nuestros intelectuales logró desarrollar una especie de bomba. Era nuestra última esperanza, pero si funcionaba, lograríamos la destrucción total de estos seres.
Es que, aunque no lo pudiésemos creer, toda su civilización se encontraba dentro de la nave. Todavía no habían establecido ciudades sobre la superficie terrestre. Tal vez nunca lo harían. Solamente tomarían los recursos naturales para ingresarlos en la nave.
Se procedió a dar inicio al plan. Algunos de los hombres más valientes se ofrecieron para llevarlo a cabo, pese a saber que perderían su vida. Resultó. Desde nuestro refugio pudimos ver como la nave volaba en millones de pedazos, que se perdían en la superficie del otro gran océano. Pero también vimos como eran expulsadas miles de cápsulas de crecimiento, tal vez como última expectativa de supervivencia. No lo permitiríamos. La mayoría cayeron al agua, pero las demás las destruimos, para no dejar rastros de esa cultura.
Celebramos nuestra victoria, pero no por mucho tiempo. Éramos conscientes de los costos de la invasión. Sin embargo, no era tiempo para lamentos, era tiempo para la reconstrucción de nuestra civilización. Y nos pusimos a trabajar, sin sospechar que aún no había terminado el tormento.
A unos meses de nuestra victoria, dos niños habían desaparecido. La búsqueda fue intensa y un grupo los encontró. Aunque demasiado tarde. Uno de los niños ya había muerto. El otro, transpirado y tosiendo sin cesar, alcanzó a mencionar que habían encontrado una cápsula de crecimiento, pero falleció antes de revelar su posición.
Cuando el grupo arribó a la ciudad con los pequeños cuerpitos, algunos miembros presentaban los mismos síntomas que habían aquejado a los niños. No demoramos un instante en comprender que estaban afectados con una enfermedad contagiosa. De inmediato los pusimos en cuarentena, pero fue inútil, se propagó a velocidades insospechables. En solo horas los niños y ancianos sucumbían ante el poder de esta infección. Y todos nuestros intentos por salvarlos eran inútiles.
Concluimos que se trataba de un virus extraterrestre. Y comprendimos la razón por la cual todos los malvados se encontraban dentro de la nave. Conocían el poder de los microorganismos y temían que nuestra raza fuera portadora de un virus que los exterminara.
Los pocos que no presentábamos síntomas huimos de la ciudad, pero de a uno fuimos sucumbiendo, hasta encontrarme solo. El último de mi especie, que ya comenzaba a presentar los síntomas. Ya no quedan esperanzas. Cuando vi a los lejos lo que parecía una cápsula de crecimiento.
Efectivamente se trataba de una de estas cabinas, la que originó el ataque final a mi civilización. La abrí con odio y allí estaban, dos crías de los invasores. Un machito y una hembrita en sus respectivas cunas, en las que figuraban sus nombres. Los traduje, y aunque jamás los había escuchado, me parecieron bonitos. A un costado el alimentador, y al frente la pantalla que se encargaba de educarlos.
Tomé mi cuchillo para aniquilarlos, pero no pude hacerlo. Se reían, tal vez de mi apariencia y quise reír también, pero la tos no me dejó hacerlo. No podía creer que estos seres tan hermosos se convirtieran en algo tan desalmado. Pero quizá no nacían malvados, sino que las enseñanzas de sus ascendientes lo convertían en esa criatura tan horrible.
Destruí la pantalla y la caja de almacenamiento de información. Y los observé. Tan parecidos pero tan distintos. Como si perteneciéramos a una misma especie, pero diferentes razas. Sus pequeñas cabezas que no eran peladas, sino que presentaban pelaje en su parte superior. Los ojos pequeños, muy pequeños, que no eran negros, sino blancos con una bola de color que se movía en todas direcciones. Las fosas nasales que sobresalían de su rostro y su enorme boca, que dejaba ver dientes, al igual que los animales carnívoros.
También presentaban cuatro extremidades y me pareció gracioso que cada una terminara en cinco dedos y no en tres. Cerré la puerta de la cápsula. Decidí dejarlos con vida. Decidí darle la oportunidad a estos dos pequeños alienígenas, llamados Adán y Eva, de repoblar el planeta con seres inteligentes. Y ruego no haberme equivocado.




(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 15 de enero de 2012.-

miércoles, 11 de enero de 2012

Lecturas de Verano 2012. Primera entrega



LECTURAS DE VERANO 2012
Primera entrega


Durante los meses de enero y febrero de cada año, aprovechamos la ocasión para mostrarles a los lectores de nuestro suplemento, las producciones literarias de escritores de Villa María y la Región. Este es un momento en que hacemos una pausa a nuestras habituales notas y entrevistas, para disfrutar del placer de la lectura literaria.
Iniciamos el primer domingo hábil de este nuevo año, presentándoles a tres poetas de la ciudad que han editado reciénteme nuevos libros. Hablamos de Eduardo Cichy con “Fauna”, Fernando de Zárate con “Instamatic 25” y Magdalena Castro con “Es todo lo que ofrezco”.
Lo que sigue es una de las lecturas posibles a estas publicaciones, intenta contarles a ustedes de qué trata cada texto, para finalmente, ofrecer una selección de obras de cada libro y autor.
Empezamos hoy y continuaremos en las próximas ediciones. Quienes deseen acercar sus trabajos para las “Lecturas de verano 2012” deberán hacerlo, únicamente, vía correo electrónico a la dirección de nuestro suplemento.
Hasta el próximo domingo.



Darío Falconi


LOS BICHOS DE EDUARDO CICHY
“Fauna”. Así, de esa manera, Eduardo Cichy llamó a su último poemario. En él, compila de manera orgánica y temática aquellas composiciones que guardan relación con lo animal en sí mismo, pero también lo animal intrínsecamente ligado a lo humano.
A través de una huella humana impresa en la arena, se nos anuncia desde la portada de este libro, el guiño literario que nos hace este autor tan ocurrente. Cichy logra establecer una finísima relación entre los actores de cada verso con las actitudes de nosotros mismos. ¿Cuánto humano hay en cada reflejo animal, cuánto animal hay en cada actitud humana? Desde el inicio el autor plantea situaciones para pensar(nos). En versos breves y certeros nos muestra, en cada poema, un momento que se cierra con el verso final, pero que logra completarse en plenitud, en ese instante en que nos ponemos en situación y podemos proyectarnos a través de las palabras.
Cucarachas, ratas, serpientes, gusanos, arañas… esos insectos a los que muchas veces tememos o aborrecemos, están aquí presentes para su defensa poética, para comprender sus realidades, en la que muchas veces el ego humano, la soberbia de creernos nosotros y nada más que nosotros, hacen que los sintamos como peligrosos; cuando en realidad no son ellos quienes nos amenazan, sino nosotros a ellos. Dice el poeta en uno de sus escritos: “Ahora comprendo /porqué las ratas / trajinan por los tirantes // es que más abajo / estamos nosotros.”
Para aquellos que aún no sepan quién es Cichy, le diremos que además de ser un prolífico poeta y narrador, es el editor de sus propios textos en los que permanentemente busca nuevos sentidos y maneras de decir las cosas. Así es “Fauna”, su bestiario, un animalario que despliega en un tapete, veintisiete composiciones que ofrece a los lectores como las artesanías que exhibe en su puesto de artesano ambulante.
En “Fauna” se hace presente la carne, la sangre, la ferocidad, la estupidez… y así podríamos seguir mencionando elementos que aquí se contienen; pero no se asuste lector, en el prólogo, las palabras del poeta ya nos tranquilizan: “sólo es un libro de poesías”.


FERNÁNDO DE ZÁRATE PARA REVELAR
Emulando el ojo crítico con que los fotógrafos recortan el mundo para nosotros, el poeta, logra plasmar en versos, instantáneas de un momento efímero, imperceptible muchas veces, para nuestros ojos.
En “Instamatic 25” Fernando de Zárate agudiza su visión de poeta para mostrarnos momentos de una ciudad que le pasa antes sus ojos, pero que no lo deja indiferente. Sentado en su mesa de café, logra percibir como la Villa María de su infancia, de su juventud y de su adultez va mutando, para su agrado y muchas veces para su lamento. Sus versos nos cantan la cotidianeidad de una ciudad y la de sus personajes, que son los que solemos cruzar a diario en nuestra travesía por las calles.
Por su lente se aparecen: empleados de telefónica bajo el abrazador sol de mediodía, que  suben por escaleras que “no encamina(n) / al cielo”; se aparece “Cachito Corazón / (a quien) le salió / la muerte al cruce / en el Bulevar Alvear”; niños anónimos que cercanos a la medianoche “juegan al fútbol / con cajas de cartón / desarmadas a patadas” o pintorescos “hombres / de Senegal / (que) parados en la esquina / venden /relojes / collares / anillos / cadenas”.
La cámara del poeta es aún más poderosa que la del fotógrafo, porque además de inmortalizar momentos de la actualidad permite retratar imágenes del pasado. Así lo hace cuando expresa en uno de sus poemas que “Francis / cruza la calle / bufanda azul / y casco en mano // la ciudad / -no ésta- / la que se fue / la que no miró / la que capturó / sus ojos / está intacta en su cámara / preservada sólo / por sus fotos.” Pero aún hay más, la cámara del poeta permite retratarlo en sí mismo, en momentos que han marcado su vida, como lo fue desempeñando su rol como docente rural que lo llevó a trasladarse como un llanero solitario por las pampas cordobesas, “Un 3 CV amarillo / me aseguró trabajo // veinte años, // en la ruta / nunca / pasaba los ochenta-hora // era modelo ´74”.
Encontramos aquí a un de Zárate menos críptico al que estamos acostumbrados. Este nuevo libro no sólo expone nuevas creaciones, sino que muestra un nuevo estilo en su escritura, totalmente diferente a sus anteriores poemarios. Para ello de Zárate viaja al pasado y rescata de sus recuerdos la vieja Instamatic 25 que le fuera regalada y vuelve a la actualidad para tomar y revelar las imágenes que han calado hondo en su interior.


MAGDALENA CASTRO, DERRUMBANDO FRONTERAS
Recién salido del horno, como un pan que se “amasa (…), madrugada de por medio”, Magdalena Castro nos presenta su nuevo poemario, luego de varios años de su anterior “Después de mí”. Y el tiempo da cuenta del cambio, de cómo esa masa poética leuda mejor a través de los años, de cómo trabajando la palabra se logran mejores resultados. Un crecimiento que, en parte, es estimulado por la tarea de taller, y por el otro, el deseo de la escritora de superarse en cada verso, en cada palabra que se plasma en el papel.
 “Es todo lo que ofrezco” pone sobre la mesa casi una treintena de composiciones en los que la poeta se irgue y desde su mirada amplia, nos habla del amor que ya no regresa pero que se ha convertido en esencia intrínseca a su ser; que nos grita el dolor del  desgarro que queda atrás y que es preciso superar; que intenta romper el estentóreo silencio y acallar el llanto de los perros que se cuelan en la madrugada… este poemario es, además, la expresión de una mujer que, a pesar de los escollos, sigue adelante “como una hormiga cargando su palabra”.
Dice Magdalena Castro en su poema XXV “soy otra. / Escarabajo / que sortea / arenas / y heladas. // Soy otra. / Balbuceos / de hojas / y de orugas. // Soy otra. / Existencia / sin quejas; / calla / olvida / sin mirar / hacia atrás.” La capacidad del poeta de ser uno mismo y transmutarse en lo demás le posibilita decir las cosas de las formas más diversas. Susana Zazzetti, poeta, profesora y tallerista, ha dicho que “Magdalena Castro -poeta en esencia- camina por el mundo de la literatura y observa con su yo poético, la soledad, la indiferencia y el hastío que pueblan toda existencia humana. Su estilo particular -salvador ó condenatorio- habla con la seguridad y la transparencia de la persona que encuentra la certeza en la palabra. Poesía que se despoja de todo sentimentalismo uniforme y se convierte en libertad poética interna y externa para representar realidades fuertemente contrastantes con toda retórica. Esta edición de 28 poemas, de verso libre, sin grandilocuencia, va desde el dolor hacia el amor - ternura, como un ángel salvador que derrumba fronteras.”
Magdalena Castro nos ofrece más de lo que dice ofrecer. Su último poema logra concentrar en pocos versos la esencia esparcida a lo largo de libro: “es todo lo que ofrezco: / palomas en vuelo, / caballos blancos, / ventanas abiertas; / y un pie / bendito / que aplasta / a la serpiente.”




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Poema XXVI
Magdalena Castro

No vi llorar
al hombre

ni suplicar
piedad
ni olvido

ni en su mirada
orgullo,

ni maldecir
las voces
que lo hirieron.

         Vi
un
hombre que carga
oscuros laberintos
con su peso.


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Poema X
Magdalena Castro

Se mira
sigilosamente
en el espejo
turbio.

Busca un hueso
pero encuentra
tan sólo
un remolino
que desfigura
su hocico.

Cabizbajo
se va
como vino

con las tripas vacías.


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XX
Magdalena Castro

Verano
Reptiles en urdimbres,
masajeando el suelo.
La tierra con sudor
de sombras.
Y el arroyo que apenas
se sentía.

Y yo ahí

entre el cielo
y las piedras,
la fuerza del viento
me traía
el calor de una voz.


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Alrededor
Fernando de Zárate

noche de calor

en el departamento
de enfrente
la viuda
en su radio escucha
a Paul Anka

alrededor
duermen vecinos
en los patios

lejos,
autos policiales
taladran el silencio
             con sirenas
         yendo
quién sabe dónde.


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No
Fernando de Zárate

en el paso
a nivel
de calle Mendoza
para incomodidad
de transeúntes
construyeron laberintos de caño
que pintaron
rojo y blanco
a ambos lados
de la barrera

es sabido

ahí
no estará nunca
el Minotauro.


* -  * -  * -  * -  * -  * -  * -  * -  *

Ante todo
Fernando de Zárate

mientras los viajantes
rosarinos cenan
en la teve muestran
desalojo de artesanos
salideras bancarias
pibes que aspiran “fana”

después
suenan celulares
a todos ellos los convoca
la deshora
los íntimos
la distancia

en Le Magot
la noche es
ante todo
       un canal de noticias.


* -  * -  * -  * -  * -  * -  * -  * -  *


Dios
Eduardo Cichy

Dios
dotó a los hombres
con un escaso grado de razón

tal vez
para compensar
Su otra condición:

                    la estupidez.

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Pertinaces
Eduardo Cichy


Pertinaces
inexpugnables
execrables
incansables
insaciables
recalcitrantes
incorregibles
impenitentes
irreductibles
intransigentes
tenaces
rebeldes
renuentes
perseverantes
resistentes
inmortales.

No.
No hablo de ustedes, Señores.
Hablo de las cucarachas.


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Desde el origen
Eduardo Cichy

Desde el origen
proliferan, subsisten
y permanecen.
Algunos vuelan
otros
caminan o se arrastran.
transmiten enfermedades
viven entre la basura
y les da igual
un palacio
o una villa miseria
el frío o el calor
la suciedad o el brillo.
Todo es comestible
y de ser necesario
matan
para obtener alimento.

Es natural
son seres humanos.



(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 8 de enero de 2012.