lunes, 8 de octubre de 2012

Fuera de este Mundo. Segunda parte


FUERA DE ESTE
Postales de un lugar diferente

Segunda parte


Continuamos exponiendo, en un mosaico multicolor, las distintas opiniones que nos han acercado los lectores sobre el cierre del reconocido bar Mundo. Y decimos multicolor, porque las expresiones son muy diversas, y van desde reclamos hasta palabras más poéticas sobre este lugar que se convirtió en un habitué de la juventud y de quienes gustan de distintas expresiones artísticas.
Seguiremos el domingo hasta agotar todas las opiniones que nos han quedado en el tintero y que por limitaciones de espacio no podemos compartir hoy.




AL MUNDO
Por Daniel “Laucha” Rodriguez
  
Cinco de enero.
La violenta lluvia golpea contra el cordón cuneta mientras yo escribo en las hojas que sobran cuando sacas cinco para un examen y usás solamente una. Las gotas se suicidan en masa, resonando en el pavimento, demostrando su existencia, sin clamar por piedad.
Hace cinco semanas que no salgo durante la noche – ni siquiera para año nuevo, tampoco para navidad-. ¿Qué hay para festejar?
Hace un par de días cerró el viejo bar donde iba yo a hacerme abrazar por la música, dónde caía una fecha sobre otra sin avisar, sin hacerse eterna. (El ayer abrazándose con el hoy).
Sé que los tiempos me fueron alejando de los lugares de los cuales fui habitué, reconozco que dejé mucha gente sin visitar sólo por el egoísmo de saber que siempre iban a estar ahí, que el reloj no funcionaba por allí. La vaga ilusión de pensar que el tiempo nos perpetúa, que se puede estar lejos de casa dentro de la ciudad (o no).
“El bar cerró” dicen y suenan diferentes voces en diversos foros. A otros el prejuicio les llena la boca, incluso buscan excusas para una banal felicidad.
Hace pocas horas la negra persiana se bajó con un golpe seco, dejando adentro viejos acordes que dan vueltas junto a anónimas risas de muchos que pasaron y fueron olvidados. Las paredes todavía manchadas por suelas que se apoyaban luego de largas caminatas, su piso de cuadros marrones y negros, más tolerable que el ajedrez con su vorágine y con su muerte (un testigo silente de emociones alternativas, poco conocidas, poco comprendidas).
Adentro, cruzando el pasillo, atravesando la barra, abriendo la heladera, un último hielo no osa a derretirse en una lucha silenciosa. Como las del bien contra el mal, como una luz que se apaga muriendo de a poco, como una gota de ácido que cae y come una parte de un calendario eterno- una fracción de cada fin de semana.
Un par de cuadras más allá, un niño tose accidentalmente cerca de una flauta, robando una nota, comenzando otra historia con el mismo nivel de afonía.
Y de una rara forma se le da equilibrio al mundo. 





VILLA MARÍA NO TE AMO
Por María Vedelago

Antes de terminar mis estudios secundarios ya me sentía “excluída” de mi ciudad, de este fragmento de la sociedad asentado sobre este hermoso y próspero pueblo con aires de grandeza. Necesitaba “huir” (todavía no sabía que la libertad la llevo uno adentro) y con ayuda de mi familia concreté mis deseos y me fui a estudiar a Córdoba capital, donde viví varios años hasta que el destino me trajo de nuevo a Villa María. Pero yo ya no era la misma y NECESITABA encontrarme con gente que se pareciera un poco a mí.
El viento los amontona…”, esa frase vino directo a mi mente y es porque describe casi a la perfección lo que sucedió desde mi vuelta hasta el día de hoy. Y es que casi por instinto me fui cruzando con gente que andaba buscando lo mismo que yo. Mi primer gran y grata sorpresa fue El Estilóbato y no me refiero al espacio físico solamente, fueron las personas, las ideas, las ganas, las necesidades, el AMOR al arte en todas sus formas y manifestaciones, no dudé en participar en todo lo que me fuera posible en los tiempos que disponía ya que ya tenía mi primer hijo y trabajo. Y ahí viví bien de cerca el esfuerzo, las trabas, la falta de apoyo, en fin el desdén, la desidia por parte de quienes fueron los diferentes encargados de turno de promocionar la cultura en Villa María.
Y la historia se repite, (lo más reciente y no casual, mi querido Mundo Bar) ejemplos sobran la realidad es una. Hay una diferencia entre Ellos y Nosotros, Su cultura y la Nuestra.
Me pregunto si todas las distintas vanguardias pasaron por lo mismo, si aprendimos algo, si seguiremos siendo los marginales, los emergentes, los diferentes, los pocos, LOS QUE NO CONFUNDIMOS CULTURA CON MERCADO, si nos seguirán persiguiendo de diferentes maneras, cerrándonos las puertas, poniéndonos palos en la rueda.
Tengo la bella sensación de que cada vez somos más, que tenemos menos miedos, que tenemos otro poder, que las experiencias y generaciones precedentes no fueron vanas. Que no nos molesta unirnos, compartir. Que nos gustan al igual que nuestros antepasados las cosas y los seres BRILLANTES, que vibramos, que nos movemos, nos amamos, somos el espíritu vivo de aquellos que dieron su vida por el arte pero no queremos SACRIFICARNOS como mártires, ni escondernos en el Under, ni vendernos, ni comprar.

Es otra cultura que existe, que molesta, que no necesariamente se divierte con Tinelli, que no tira la guita en los casinos, que no le molesta pagar por un espectáculo diferente así sean veinte, cien o miles.

Villa María, yo así No te amo, tampoco quiero odiarte, ponete las pilas, actualízate DE VERDAD se te escapan de las manos verdaderos talentos, te estamos avivando, nosotros no te vamos a patotear pero no somos giles. Abrí los ojos, abrí la mente, ¡DESPERTATE porque la cultura NO DUERME!
Te dejo una frase del Señor Eduardo Galeano: “La cultura de consumo, cultura del desvínculo, nos adiestra para creer que las cosas ocurren porque sí”.




LA CULTURA EN LA CIUDAD Y LA “CULTURA EN LA CIUDAD”. NOS ESTÁN MATANDO
Por Ezequiel Fernández Boo
(Vecino de la ciudad)

¿Qué piensa una persona que entra a Villa María?, ve su esplendor con un glamoroso Anfiteatro, una Nueva Peatonal e iluminación en el centro que deleita a todos los visitantes, una costanera reluciente y bonita y entre otras cosas un Festival Nacional de Peñas. Y si, Una hermosa y floreciente Ciudad es lo que vemos, ¿pero qué es eso? Adéntrese realmente a la ciudad y con solo convivir un mes se dará cuenta de que hablamos… Caretaje puro, característica infalible de su gente y políticos mediocres.
No entraré en temas que por lo menos a mi no me conciernen, solo defenderé lo que realmente me preocupa demasiado… ¿Quién hace la Cultura en la ciudad? y ¿quién hace la “Cultura en la ciudad”?.
La Cultura en la ciudad la hacemos nosotros mismos. Una parte de ella es aquella que realiza el arte, llámese Música, Teatro, Danza, Pintura, etc. Pero no existe este último sin la gente que aprecia dicho movimiento. Como parte de este arte voy a destacar que con normalidad esta materia se la asocia continuamente con la destrucción de la persona mediante las drogas, la noche y la vagancia. El arte es sinónimo de “rarito” “drogadicto” e interminables apodos que nos ponen. Señora, no se preocupe, tal vez su hijo, que no se dedica al arte, naturalmente puede estar consumiendo drogas con normalidad, vagueando o “yirundeando” en la noche y usted lo ignora. Como dijo una ciudadana: “Estos temas son una Cuestión social y no están arraigadas al arte solamente”… Día a día tratamos de agigantar nuestra cultura mediante el arte, pero nos están matando de a poco (a menos que quieran una ciudad sin Arte).
Y, “La Cultura en la Ciudad” la hacen las instituciones políticas que se preocupan nada más por llenar sus bolsillos en vez de promocionar la cultura propiamente dicha… Hablando más precisamente de la música. ¡¡¡Sí!!!, gracias Costanera Rock por seguir demostrando el caretaje de la villa pagándoles a bandas conocidas que dejan mucho que desear, teniendo en la ciudad, que no se las respeta como tales y que se las basurean, gente de tremendo calibre. Quedarán al margen los tributos recientemente expuestos en estos días, pero solo hablamos de algún que otro evento una vez cada cuatro meses.
El objetivo del escrito es defender nuestros lugares de exposición del arte. Con la nueva ordenanza que se ha dictado, Villa María retrocedió en vez de ir para adelante. Lograron matar uno de los pocos lugares que protegía parte de la cultura del Under, donde cualquier persona tenía su espacio para demostrar lo que hacía. Mundo era un lugar que se predisponía, sus mismos dueños siempre se mostraron caritativos, afectuosos y dispuestos a todo. ¡¡¡Sí señor!!!, ahí en ese lugar se podía ver show de bandas con experiencia, de poca trayectoria o simplemente solistas que querían mostrarse, bandas conocidas del Under (que al costanera rock no llegaban), exponer muestras, llamar a artistas locales para que “intervengan” el lugar, escuchar música que no se oye en cualquier otro lado, realizar conciertos solidarios y hasta molestar al dueño para que venga varios días a la siesta a abrir el local para filmar o charlar cuestiones. ¡¡¡Sí, sí, ellos estaban predispuestos siempre!!!… Digo yo, ¿el Casino nos dará espacio para realizar alguna que otra actividad mencionada?,  no, no les concierne ¿No molesta a las autoridades estando en la zona céntrica y frente a una Escuela? Deben de ser que pasa por debajo bastantes billetes para estar donde están, pero no me incumbe. Molesta Mundo justamente porque da mal aspecto, ¡¡¡claro!!! ¿Cómo una ciudad careta va a tener en su zona céntrica un local como Mundo? ¿En qué cabeza cabe?


Una ciudad como la nuestra, que posee un Conservatorio, una Universidad Nacional con la carrera de Lic. En Composición Musical con Orientación en Música Popular, con carreras emparentadas al arte como Diseño y Producción de Imágenes audiovisuales, La escuela de Bellas Artes y demás ¿Cómo puede ser que no posea lugares para expresarse?, o que si los tiene ¿resultan ser una escoria para los políticos y las autoridades pertinentes de la ciudad?…
Pedimos encarecidamente que no nos maten, que nos den nuestro lugar para expresarnos libremente, no molestamos a nadie… Si mutilan la iniciativa privada, generen desde el ámbito público un espacio de acuerdo a las necesidades reales de quienes estamos aquí dentro sin banderas políticas que nos hagan dividir, nosotros vamos por un mismo camino.



(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País
Domingo 8 de octubre de 2012
Villa María, Córdoba, ARGENTINA