martes, 4 de junio de 2013

Entrevista realizada por Mónica López Ocón para Tiempo Argentino

04.06.2013 | Entrevista a Darío Falconi, fundador de El Mensú Ediciones, de Villa María, Córdoba

Cómo lanzarse sin red a editar a jóvenes y a maestros olvidados
por: Mónica López Ocón

El Mensú es una muestra elocuente del resurgimiento de las pequeñas editoriales que arman sus catálogos con criterios diferentes de los grandes grupos. El joven editor ha rescatado una nouvelle clave del gran Daniel Moyano.

Recibir por correo y proveniente de una editorial de Córdoba una flamante edición de En la atmósfera, de Daniel Moyano, una de las figuras más injustamente olvidadas de la literatura argentina, es una señal de que también en el mundo editorial se está produciendo un cambio positivo. La editorial en cuestión es El Mensú y está liderada por el joven editor Darío Falconi. Él es una de las figuras que desde Villa María se atreve a lanzarse a la aventura editorial con criterios muy diferentes a los de la década del '90, cuando los grandes grupos se fusionaron y abarrotaron el mercado de material chatarra tendiente a copar las mesas de novedades y ganar espacio sin ningún otro criterio que no fuera pelearle a la competencia con munición gruesa y vender libros perecederos apoyados casi con exclusividad en la coyuntura. En diálogo con Tiempo Argentino, Falconi explicó cómo y con qué criterios armó la editorial y qué lo movió a rescatar una figura como Moyano. 


–¿Cómo nace El Mensú? 
–El Mensú nació en abril de 2010 con los dos primeros libros de poesía publicados: Brumario de Fernando de Zárate y El hilo que sostiene de Susana Zazzetti.

–¡Quién está al frente del proyecto?
–Al frente del emprendimiento me encuentro yo, coordinando todos los procesos, a los que sumo otros integrantes de acuerdo al libro que haya que editar. Podría decir, además, que la idea de una editorial siempre sobrevoló mi cabeza, pero recién cobró toda su fuerza con la necesidad de publicar los libros de estos dos poetas amigos. Años anteriores habíamos intentado una edición artesanal de otro poemario de Zárate pero con resultados no muy felices.
     
–¿Cómo se produjo tu acercamiento a la literatura?
–Tiene que ver con el placer de la literatura, mis estudios universitarios en esa línea y con la experiencia de seis años coordinando las páginas culturales de El Diario de Villa María, la ciudad en la que resido. Allí daba cuenta muchas veces de la intensa actividad literaria de esa ciudad del interior cordobés.

–¿Con qué criterio se arma el catálogo de El Mensú?
–El diseño del catálogo es una de las preocupaciones siempre latentes. Quienes estamos en la movida de la "edición independiente" sabemos que nos paramos frente a dos puertas y que debemos optar. Esa elección radica en publicar con criterios literarios o puramente comerciales. Si se decide por publicar sólo lo que se vende o las ediciones que pueden pagar los autores podría descuidarse lo literario y viceversa; por ese motivo es que en la actualidad trato de buscar un término medio, que permita seguir sosteniendo económicamente la editorial y que a la vez ofrezca títulos de buena calidad.

–¿Tienen diferentes colecciones? ¿Cuáles son?
–Primordialmente nuestra editorial cuenta con ocho colecciones vigentes: "Ciudad y río" de poesía; "En la atmósfera" que se encarga de textos narrativos; "Mixtura" que ofrece obras con contenido híbrido de géneros; "Documentos de la Villa" aquellos textos cuya temática toca intereses de la ciudad en la que estamos establecidos; "Textos recobrados", las que rescatan del olvido buenos libros que han sido editado hace mucho tiempo y ya no es posible conseguir casi por ningún lado; "Reuniones" las antologías; "Libre" la que no respeta los criterios anteriores; y finalmente "Ediciones virtuales", ligeras ediciones de textos (narrativa y poética) que por diversas cuestiones no aparecen en papel, se ofrecen desde nuestro blog para descargar y leer de manera íntegra. No descarto además la creación de nuevas colecciones para el presente año.

–¿Cómo es la distribución de los libros? ¿Pueden conseguirse fuera de Córdoba?
–La difusión se hace complicada más aun estando en "el interior del interior"; se necesita hacer grandes tiradas y contratar una buena distribuidora. Al fin de cuentas es muy poco el rédito y las rendiciones demoran muchos meses; la mayoría de las veces no se pueden cubrir los gastos, con lo que se debe seguir invirtiendo para sostener la editorial. Actualmente nos ayudamos con la tecnología virtual para promocionar los títulos. La difusión la hacemos a través del blog, de las redes sociales, de una tienda virtual que hemos abierto para quienes deseen adquirir alguno de nuestros títulos y se los enviamos por correo postal a cualquier parte del mundo.

–Cuando parecía que todo el mercado editorial estaba copado por los grandes grupos, comenzaron a surgir editoriales pequeñas, llamadas "independientes". Puedo mencionar Caja Negra, Mardulce, Entropía, Eterna Cadencia, etc. Todas estas funcionan en Buenos Aires. ¿Se dio el mismo proceso en el interior del país?
–Creo que sí, el mundo tecnológico actual ha facilitado muchas las cosas y eso tiene sus pro y contra. En Córdoba hay aproximadamente 40 editoriales con distintos perfiles, temáticas y maneras de trabajar. En Villa María, a 150 kilómetros de la Capital provincial, surgieron la Editorial Universitaria Villa María (Eduvim) dependiente de la Universidad Nacional de Villa María y nuestra editorial independiente El Mensú.Si bien es cierto que diferentes imprentas se ocupaban de la impresión de los libros hasta ese momento; faltaba algo más que sólo imprimir el libro, se necesitaba un mayor cuidado de la obra literaria, corrección, presentación, difusión, generar algunos otros espacios de fomento de la lectura de escritores noveles o poco conocidos. En síntesis, faltaba gente que ame lo que hace y que priorice el interés editorial sobre el particular o económico. Aun así queda mucho por hacer.

–¿Hay un plan de expansión indefinida o se fijan un límite que les permita seguir funcionando con la misma mecánica, es decir, priorizando la figura del editor y armando el catálogo en función de sus gustos e intereses? 
–Nuestra idea es crecer, ampliar nuestras tiradas para expandirnos por el país. Nos gustaría hacer convocatorias para publicar a los escritores que puedan sorprendernos, aunque por el momento no podemos hacerlo. Como bien decís, nuestro caso apunta más a lo literario que al mercado, esa tensión siempre está y muchas veces se convierte en dolor de cabeza; pero tratamos de dar espacios a quienes tengan algo para decir. Dentro de los 50 títulos que están publicados en papel, tenemos escritores que han hecho su primer libro con nosotros, y eso es un orgullo y a la vez un desafío difundirlos. Una actitud que hemos adoptado y que quizá responda tu pregunta es que más de 20 de los títulos que hemos publicado en papel han sido liberados para que cualquier lector de cualquier lugar pueda descargarlos completamente desde su computadora. Además, estamos desarrollando la colección "Ediciones virtuales" que consiste básicamente en publicar de manera virtual y gratuita los textos que nos hacen llegar distintos escritores. Es una manera de aportar nuestro trabajo en pos de la lectura y la difusión de nuestros escritores contemporáneos.

–Acabo de recibir En la atmósfera de Daniel Moyano y Raro de Iván Ferreyra. ¿Son los últimos dos títulos que aparecieron en la editorial? ¿Por qué se decidió la publicación en cada caso, qué criterios se tomaron en cuenta?
–No son los últimos títulos, pero sí dos títulos muy buenos. Iván Ferreyra es un gran amigo y un escritor prolífico que vive en Córdoba y que publicó con nosotros porque siendo oriundo del interior conoce nuestra filosofía, sintió empatía con nuestro trabajo y así nació Raro. El caso de Daniel Moyano, es una deuda que teníamos hace mucho tiempo cuando pensábamos la formación de El Mensú y que recién pudimos concretar a fines del año pasado. Moyano es uno de los grandes escritores de este país, no siempre valorado. Recién ahora, gracias a la tenacidad de su hijo, se están publicando nuevamente sus textos. En la atmósfera significó para nosotros una gran inversión en todo sentido para que el libro esté en todas las librerías del país. Es una satisfacción poder aportar desde nuestra pequeña editorial ese granito de arena que ayude a la memoria del gran narrador que fue.«